sábado 20 de abril del 2024

A Carrizo le pega hasta su ex

Betiana Ferraguto, ex esposa del arquero de River, lo denunció por llevarse a su hija sin su consentimiento. "Está desconocido, descontrolado, caprichoso, terco", lanzó.

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Ultimamente, al arquero de River Plate y de la Selección, Juan Pablo Carrizo no le sale ni una bien. Es que más allá de sus últimas flojas actuaciones en la cancha, el futbolista nacido el 6 de mayo de 1984 en la localidad santafesina de Villa Empalme Constitución, acaba de ser denunciado por su ex mujer, Betiana Ferraguto, por haberse llevado a su pequeña hija sin su consentimiento, tal como lo establece el régimen de visitas estipulado por el juzgado de dicha ciudad.

"Como acordamos ante el juez, el lunes 30 a las 17 Juan pasó a buscar a nuestra hija por mi casa, acá en Villa Constitución, con la promesa de que me la iba a devolver antes de las doce de la noche, cosa que nunca ocurrió y que me puso como loca porque no sabía dónde estaba, ya que nunca me llamó, ni me contestó el teléfono. Por eso decidí denunciarlo", confesó Betiana en una charla con la revista Semanario.

"Como el martes tampoco tuve noticias de él ni de mi hija lo denuncié en el juzgado de la ciudad en donde me dijeron que lo espere hasta el viernes 6 porque como era el día del cumpleaños de mi hija, seguramente todo se iba a arreglar. Yo empecé a los gritos porque la quería conmigo ese mismo día, pero no me quedó otra que esperar", siguió la ex del arquero de River.

"Por suerte, el jueves a la tarde me la trajo de vuelta. Ahí pensé que se había terminado todo. Pero me equivoqué, porque el viernes bien temprano empezó a mandarme mensajes de texto diciéndome que preparara a la nena porque se la iba a llevar. Pensé que era un chiste pero a la noche apareció en casa y casi me lo como crudo", contó quien si bien ante la ley sigue siendo la esposa de Carrizo -se casaron el 13 de julio de 2009-, no convive con él desde hace nueve meses.

"Decidí separarme porque no es el mismo Juan que yo conocí. Está desconocido, descontrolado, caprichoso, terco. Se ve que la fama sacó lo peor de él. No es que sea una persona mala, pero está haciendo las cosas muy mal. No sé quién lo aconseja pero se está mandando muchas macanas. Puedo perdonarle un montón de cosas, admite, pero jamás le voy a perdonar que se haya mostrado con su nueva novia paseando por Rosario y con mi hija como invitada de piedra. Mi dignidad tiene un límite y él colmó mi capacidad", lanzó Betiana.

"Es una lástima porque yo lo quise mucho y podría ser un buen padre, pero le está pifiando de punta a punta. La nena no tiene nada que ver con sus rayes ni con que le esté yendo mal en el fútbol. Es su hija y yo, aún a mi pesar, todavía sigo siendo su esposa y nos debe el mayor de los respetos. No puede venir a buscarla cuando se le cante, y mucho menos con su novia porque está estipulado en el acuerdo que firmamos ante la ley. Yo le deseo lo mejor como futbolista, pero quiero que nos deje en paz. Me cansé de bancarlo y de tener que agachar la cabeza. Por mi hija doy la vida. Si quiere verla que cumpla con lo que firmó ante el juez, y ya que dice que la quiere tanto que lo demuestre con hechos y no con palabras. Si ni siquiera me quiso dar 300 pesos para pagar el alquiler del salón donde el viernes 3 le festejé los 3 añitos. Para sacármela primero tendrá que pasar por sobre mi cadáver", finalizó .

Nota publicada en la edición impresa de la Revista Semanario