jueves 28 de marzo del 2024

Argentina defraudó ante Bolivia: 1-1

En el arranque de la Copa América, el equipo de Batista perdía desde el inicio del segundo tiempo por un increíble gol en contra de Banega. Agüero lo igualó faltando 15. Galería de fotos. Galería de fotosGalería de fotos

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En el partido inaugural de una Copa América que lo tiene como principal postulante al título, el seleccionado argentino de fútbol apenas consiguió esta noche ante Bolivia un 1-1 con gusto a frustración, no sólo por el magro resultado obtenido cuando se esperaba un cómodo triunfo sino también porque el equipo no jugó bien y Lionel Messi casi no pudo desequilibrar.

Dirigida por el argentino Gustavo Quinteros, la selección boliviana se puso 1-0 a los 2 minutos del segundo tiempo, cuando, tras un gran taco de espaldas al arco de Edivaldo Rojas, Ever Banega acalló al estadio Ciudad de La Plata con un increíble gol en contra al querer despejar casi sobre la línea.

El empate llegó recién faltando 15 minutos para el final del tiempo reglamentario por medio de Sergio Agüero, quien convirtió cinco minutos después de ingresar por Lavezzi y le dio aire fresco a un abúlico equipo argentino, que se enredó en su propio vértigo de desprolijo ataque y la seguridad de la buena defensa boliviana.

La falta de un juego asociado y lúcido es una de las mayores preocupaciones que se debe llevar el entrenador Sergio Batista de este magro debut. Sólo Agüero y Lionel Messi, el rosarino exclusivamente por lo realizado en la etapa inicial, se pueden salvar en la evalución de un equipo que tuvo un flojísimo estreno.

Bolivia, por su parte, estuvo a punto de dar un golpe todavía mayor en su presentación en la Copa América. Llegó a La Plata con un planteo sobrio e inteligente, que consistió en defenderse y golpear cuando se presentase la oportunidad. Con eso casi le alcanzó hasta para quedarse con la victoria.

Si los primeros 45 minutos terminaron empatados en cero fue porque Argentina careció de claridad y penetración. De movida quedó muy claro que Bolivia iba a refugiarse en su campo, y que la posibilidad de ver un buen partido iba a depender de lo que generaran los anfitriones.

El problema surgió porque el equipo de Batista fue incapaz de aprovechar el útil. Se trasladó al balón en forma lateral, especialmente cuando la tuvo Javier Zanetti o alguno de los mediocampistas. Otro extremo ineficaz se observó cuando entró en acción Carlos Tevez, ya que sólo ofreció un juego atropellado.

En ese marco, que ya se empezó a vislumbrar después de los primeros diez minutos, el único que aportó alguna solución fue Messi. El crack del Barcelona se paró en la mitad de la cancha para tomar contacto con la pelota, y valiéndose de su habilidad en velocidad procuró quebrar el vallado que oponían los bolivianos.

De todos modos, el dominio de los argentinos alcanzó apenas para un pase en profundidad en profundidad que Ezequiel Lavezzi definió muy mal y un remate del mismo atacante que el arquero Carlos Arias perdió en forma innecesaria, sin que Esteban Cambiasso pudiera capitalizar el rebote cuando tenía el arco de frente para definir.

En la medida que transcurrió el tiempo la imagen de Argentina como equipo se fue desgastando y lo peor se vio en los últimos minutos, porque Bolivia, cuando vio que no corría peligro, se adelantó en el campo de juego y se acercó bastante hacia el área grande de los albicelestes.

En el arranque del segundo período se produjo la escena que dejó helado al público en La Plata. Llegó un córner desde la izquierda, el brasileño Edivaldo Rojas de taco la mandó hacia el arco y en el primer palo Ever Banega intentó despejar pero, tras amortiguar la pelota con su pie, sólo consiguió hacerla ingresar junto a la base del poste derecho.

Si hasta ese momento la argentina era una formación desordenada y desesperada, desde entonces el problema se agravó. Bolivia lejos de replegarse se quedó en campo argentino y a los 20 minutos pudo haber conseguido el segundo gol, pero Romero en dos ocasiones le tapó un mano a mano brillantemente a Marcelo Moreno.

En medio de la oscuridad, a los 24, Batista realizó el movimiento más acertado del encuentro al hacer ingresar a Agüero por Lavezzi. El Kun se paró por la derecha del ataque local, y con su habilidad y rapidez comenzó a complicar a los bolivianos.

Ese trabajo del astro colchonero se vio recompensado a los 30, cuando Nicolás Burdisso le bajó con el pecho la pelota y él, con una espectacular volea de derecha, estableció el 1-1.

A partir de ese momento, todo continúó siendo vértigo y desesperación. Argentina nunca encontró en ese tramo decisivo ni pausa ni lucidez, por lo que esas falencias favorecieron a los visitantes. Lo concreto es que apenas si empató, por lo que el debut fue llamativamente deficiente.

Intentando revertir esta pálida imagen, Argentina volverá a jugar buscando la clasificación a los cuartos de final el miércoles próximo, cuando enfrentará por la noche a Colombia en el estadio de Colón de Santa Fe. Esta vez, el público a pesar de todo fue bastante piadoso, porque en alguna medida perdonó al conjunto de la AFA al despedirlo con un aplauso tibio.