El argentino Bartolomé Macías no sólo quedó en la historia como el árbitro que más veces dirigió en la Copa con 25 partidos, sino que además fue el primero en decretar una expulsión en el torneo: la del uruguayo Juan Emilio Piriz, en la sorpresiva derrota del equipo charrúa (defensor del título) por 3-0 ante Chile del 10 de enero de 1937 en el Viejo Gasómetro de San Lorenzo.
Seis días después, el referí uruguayo Aníbal Tejada al parecer quiso devolver gentilezas: en el partido que Argentina -al cabo campeón- le ganó 1-0 a Perú, echó faltando seis minutos para el final a Antonio Sastre (gran valor albiceleste), aunque sin que lo advirtiera Héctor Blotto entró a jugar en lugar del expulsado. De nada servirían luego las protestas peruanas ante la CONMEBOL.
Aunque sin alcanzar la trascendencia que tuvo como árbitro, Macías también se desempeñó en el fútbol como jugador y director técnico. A fines de la era amateur, llegó a jugar en Primera como zaguero para Argentino de Banfield, en cuya quinta división se inició en 1925. Pero rápidamente dejó la práctica activa para comenzar a dirigir.
Su carrera como árbitro se extendió desde 1928 hasta 1949 y lo tuvo impartiendo justicia en más de 400 partidos. Pero en 1947 decidió hacer un alto y tomó la conducción técnica del equipo de Atlanta, que para el campeonato de Primera de ese año se reforzó de un modo nunca visto contratando estrellas como Adolfo Pedernera, el gran centrodelantero de "La Máquina" de River.
La experiencia resultó en un fracaso estrepitoso para Macías y para Atlanta, que se fue al descenso por primera vez. Así y todo, Macías continuó trabajando por un tiempo como técnico hasta retomar el arbitraje. Además, trabajó como periodista deportivo y dirigió el Colegio y la Escuela de Árbitros. Sin dudas, todo un personaje.
