jueves 18 de abril del 2024

Racing juega como el Cholo

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El título de la nota es claro por un lado e incompleto por el otro. Este nuevo Racing de Simeone juega como jugaba el Cholo. Y no me refiero exclusivamente a su famosa frase del "cuchillo entre los dientes" sino también a la intención que tenía, quien fue el más heterodoxo número diez que tuvo la selección argentina, de estar siempre cerca de la pelota con la plena convicción de que se puede y se debe atacar y defender con la misma intensidad.

Cuando digo que el título es incompleto refiero a la posibilidad de que el mismo podría haber sido: "Racing juega como el Cholo... quiere". Y es que sorprende la versatilidad con la que este equipo se amoldó a la idea de su nuevo entrenador, situada, hasta aquí, en las antípodas del reciente Racing de Russo. Aquel hacía un culto de la posesión de la pelota. Ilusionó desde el toque y la convicción de esa idea, poco usual en el fútbol argentino, pero los números le dieron la espalda. Mientras que este Racing, a diferencia del anterior que jugaba y dejaba jugar, elige hacer todo lo contrario: juega poco y deja jugar menos.

El Cholo es un entrenador imposible de encasillar. Al menos desde el facilismo de los términos "ofensivo" o " defensivo". Esto responde a la determinación que el dt pone a la hora de entender que, perogrullo de por medio, el fútbol es ataque y defensa o defensa y ataque, según donde esté la pelota. El viejo adagio que inmortalizara el brasileño Tim, técnico de los famosos Matadores de San Lorenzo, ese que dice que el fútbol es una manta corta en la cual si te tapás la cabeza te destapás los pies y viceversa, para Simeone pareciera ser, cuanto menos, una antiguedad. Cercano en su filosofía a Marcelo Bielsa, la idea del Cholo es que todos o casi todos ataquen y defiendan.

La piedra filosofal de su discurso es: "El esfuerzo no se negocia". Es decir, el que no corre, no juega. Y prioriza este concepto por sobre cualquier otro. Pero esto no significa que los jugadores de buen pie no tengan lugar ni tampoco que se le otorgue mayor importancia a la recuperación que a la creatividad. Las diferencia pasan por las formas. Racing, en estas tres fechas jugó a mil por hora. Así ataca y por momentos aplasta al rival. Contra Banfield, desde los 4' hasta los 8' lo peloteó hasta hacerle el gol. Después lo defendió, muchas veces en campo rival y muchas más, cerca de Saja. Por momentos con los 10 jugadores de campo en los últimos 40 metros del campo.

Todos tienen que marcar y jugar. Por eso los laterales son de ataque. Pillud y Licht en el Racing, supuestamente más ofensivo de Russo, eran volantes, ahora defensores. El medio raspa mucho pero todos tienen buen pie. Toranzo un jugador de poco sacrificio tiene su oportunidad aunque el sistema le cueste. Teo Gutiérrez, calladito, parece ser quien más lo sufre. El Cholo, inteligente, no le exige el mismo sacrificio por cuestiones tácticas pero también porque sabe que al crack colombiano la idea no le cierra.

Hoy, en el debe, debe anotarse, esencialmente, el problema que le genera a los hombres de ataque el desgaste de volver tanto hacia atrás. Por ahora el recorrido es extremadamente largo y tanto Hauche como Castro o Lugüercio llegan fundidos y con poca lucidez fiísica y mental a enfrentar al ocasional arquero rival.

En tres fechas, versatilidad de sus futbolistas mediante, Simeone logró que su equipo se adapte a su idea y ya sea puntero y candidato. En las gateras espera el crack, Gio Moreno. El que, seguramente, provocará cambios en la estructura pero no en la idea. El Cholo fue contundente el domingo en el vestuario:  "Tenemos que ilusionarnos", dijo. Y está claro que tiene con qué.

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