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Con una gran actuación de Federico Kammerichs, los importantes aportes de Carlos Delfino y Luis Scola, y una gran actitud defensiva, la selección argentina de básquetbol superó sin problemas al de la República Dominicana por 84-58 y con una recuperada imagen como equipo aguardará la trascendental semifinal del próximo sábado, donde enfrentará a Puerto Rico.
Argentina se quedó con la segunda posición de la tabla de posiciones de la segunda fase. El encuentro entre argentinos y portorriqueños (esta noche perdió ante Brasil por 94-72 ) se jugará el sábado, a las 21.15, mientras que desde las 19 chocarán en la otra semifinal, el seleccionado brasileño (primero) y República Dominicana (cuarto).
Ambos equipos se enfrentaron por la primera fase, y la Argentina se impuso por 81 a 74, en un partido que resultó bastante complicado, por lo que el equipo de Lamas tuvo que bregar bastante el triunfo.
En la mtarde de hoy, Kammerichs fue la figura no sólo por su aporte estadístico (10 puntos, 9 rebotes y 4 tapones), sino también el envión anímico que le dio al equipo mientras estuvo en la cancha y por un hecho que no refleja la planilla final: neutralizó por momentos a Al Horford, la figura de Dominicana.
En líneas generales el partido resultó mucho más sencillo de lo que se podía esperar, ya que desde el arranque la Argentina salió a demostrar que lo sucedido este miércoles ante Brasil había quedado atrás, y eso determinó que se pareciera al equipo de siempre.
A la Argentina la ayudó en el comienzo la presión que Kammerichs ejerció sobre Horford, una conducción más acertada de Pablo Prigioni y un Scola que empezó a acertar desde el arranque.
Con su estrella anulada, Dominicana dependió de lo que hiciera Francisco García y alguna réplica aislada de Ronald Ramón, quien resultó mucho más efectivo que Luis Flores.
Al buen final del primer cuarto le siguió un acertado comienzo del segundo parcial (Emanuel Ginóbili metió 10 puntos seguidos) y la Argentina tomó su mayor diferencia en el marcador (37-23), pero inexplicablemente se le cerró el aro, el cual fue aprovechado por Dominicana para meter un parcial de 10-0 para ponerse a sólo 4 puntos.
La Argentina logró mantener la delantera en el marcador (39-33) para irse al descanso largo, pero, al retorno, Dominicana siguió presionando y con un 4-0 siguió al acecho. Sin embargo no consiguió evitar que el juego comenzara a quebrarse a partir del 58-47 (triple de Delfino).
Y fue justamente de la puntería de Delfino, la garra de Kammerichs y la defensa asfixiante que terminó arrollando a una Dominicana a la que no le alcanzó con el esfuerzo de Horford y Jack Martínez.
"Los jugadores reaccionaron como yo hubiera querido", elogió Julio Lamas tras el final del partido y eso es lo importante. Después de Brasil y la cercanía de la semifinal, ya todo no parecía color de rosa. Ahora tampoco lo es, pero el equipo dio la señal que todos esperaban y eso es lo importante.
Fuente: DyN
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