jueves 18 de abril del 2024

Dorados y campeones: 80-75 a Brasil

Sufriendo hasta el final, la Selección se llevó el Preolímpico. Una multitud festejó en Mardel con el equipo. Galería de imágenes. Galería de fotosGalería de fotos

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Ante una multitud que deliró con un equipo que ya hace rato está en la historia grande del deporte nacional, la Selección de básquetbol se adjudicó por primera vez el certamen Preolímpico al vencer por 80-75 en Mar del Plata a Brasil, que la exigió hasta el final mismo del encuentro.

Dirigido por el argentino Rubén Magnano, el equipo brasileño tuvo un mal comienzo, pero luego mejoró su rendimiento y emparejó notablemente las acciones.

El conjunto argentino ya había conseguido su pasaporte a Londres 2012 el sábado, pero la victoria de esta noche sirvió para coronar un muy buen torneo y dar otro paso histórico.

Con 32 puntos y una tremenda personalidad, Luis Scola fue otra vez lo mejor de Argentina y del partido. Además de convertir a lo grande, el ala-pivote porteño asumió el rol de líder y puso la cara en los peores momentos.

Más allá del título, el equipo no jugó bien esta final sino que más bien la luchó. y eso quizá se debió a que durante la mayor parte del partido extrañó a un apagado Emanuel Ginóbili.

A pesar de que en los cinco minutos iniciales el único en convertir puntos fue Scola (6), los muchachos se las arreglaron para sostener el resultado en base a un buen trabajo defensivo y llevarse el primer cuarto por 21-9.

Los segundos diez minutos arrancaron igual. La Argentina se puso 25-13 y se fue del partido. Ginóbili comenzó a jugar como si sus compañeros no existiesen (perdió dos balones de manera consecutiva), Carlos Delfino se manejaba torpemente por la cancha y Scola ya no estaba.

Pero Brasil no despertó tanto con el juego que podían generar Marcelinho Huertas y Alex como con el trabajo de Marquinhos, que se hizo fuerte en la pintura y comenzó a encestar.

La diferencia de 12 puntos del principio se limó a tres (25-22), y fue entonces que volvió la Argentina, como no podía ser de otra manera de la mano de su goleador. Scola metió tres dobles consecutivos, y Kammerichs y Prigioni aportaron dos puntos cada uno para estirar la diferencia a 13 (35-22).

Era un mazazo, pero Brasil lo supo asimilar y metió un 5-0 que le permitió ganar el cuarto, e irse al descanso largo apenas siete puntos abajo (35-27).

Del descanso largo, el equipo argentino volvió nublado, sin gol. Ginóbili sufrió un golpe en su mano derecha, pero siguió nervioso y empecinado (sumó dos pérdidas de pelota), y encima Brasil llevó el partido hacia donde más le convenía comenzando a hacer circular más la pelota.

A 4 minutos 34 segundos de finalizar el tercer cuarto, los brasileños se pusieron al frente por 44-43. El final fue doble a doble y dos tantos de Delfino le permitieron a la Argentina terminar el tramo al frente en el marcador por 50-48.

Brasil arrancó los últimos diez minutos con todo: un triple de Guilherme, un doble de Vitor y tres puntos de Huertas (doble mas un libre) pusieron un parcial de 8-0, que llevaron el marcador a un 56-50 para los dirigidos por Rubén Magnano.

Parecía que se terminaba de caer, pero Argentina resurgió de la mano de Scola, Kammerichs y Delfino, quien capturó un rebote y consiguió los dos puntos para poner la cosa 54-56. Ahí apareció Scola, quien con un doble y un libre dio vuelta el marcador dejándolo 57-56, antes de sellar finalmente con dos libres el 80-75 que le dio a Argentina el título. Uno más para la Generación de Oro.

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