viernes 29 de marzo del 2024

Las nuevas figuras de la televisión

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La verdad que no puede entenderse los motivos que ha tenido la Televisión Pública para enfocar permanentemente a los dos jefes de las barras de Boca Juniors. En el partido de ayer, mientras el cuadro de Falcioni despachaba rápidamente a los corajudos hombres de Atlético de Rafaela, las cámaras pasaban permanentemente la imagen de Mauro Martín saltando sobre un para-avalanchas de la primera bandeja de la Bombonera y de inmediato buscaban en la bandeja ubicada enfrente al popularmente conocido Rafael Di Zeo, el otro mandamás de la temible Número 12.

Infinidad de veces aparecieron ambos personajes, como si fueran tan importantes o trascendentes como el partido mismo. No debe haber en el mundo una situación similar: resulta absolutamente impensado que un canal de televisión –mucho menos la TV Nacional- resalte a semejante dupla de violentos como si fueran un componente esencial de un partido de fútbol. Uno no puede imaginar a la RAI italiana o a la BBC inglesa o a algún canal alemán o español o brasileño enfocando a los dos supuestos líderes de un grupo de fanáticos que han cometido todo tipo de tropelías y se prometen más violencia.

Si Di Zeo ha dicho que tiene “una banca muy grossa desde muy arriba” tampoco resulta agradable pensar que, efectivamente, puede haber algún diputado o senador o ministro que lo ampare, que crea que teniéndolo de su lado ganará algo o perderá lo mismo si, en la lucha por quedarse con el control de los negocios paralelos al fútbol, sale vencedor Mauro Martín, supuestamente el malo de la película.

En Boca Juniors habrá elecciones en diciembre. Según parece, los dirigentes actuales dejarán de lado sus peleas, sus diferencias políticas y sus gustos personales, para encolumnarse detrás de la candidatura del actual presidente, Jorge Ameal. Las reuniones para convencerlos están a la orden del día, con la intención de conformar un bloque amplio y variado que enfrente a quien parece ser hoy el favorito: Daniel Angelici, delfín de Mauricio Macri y el tesorero que se animó a renunciar a su función, en disconformidad con el millonario contrato que había firmado Juan Román Riquelme.

Las encuestas realizadas en La Bombonera los domingos de partido lo ponen claramente por delante a Angelici, que ha empapelado Buenos Aires con su foto y la de Macri. Sin embargo, la excelente campaña del equipo, el acierto que ha sido la contratación de Julio Falcioni como director técnico y la proximidad de un nuevo título ganado tras varios torneos de sequía podrían arrimar un considerable caudal de votos para Ameal, respaldado –aunque no les guste hacerlo- por Beraldi, Crespi, el Coti Nosiglia, Carlos Kunkel, Roberto Digón y varios dirigentes de buena sintonía con el gobierno nacional. La pelea del kirchnerismo contra el macrismo puede tener un nuevo round en las elecciones de Boca.

Quizá el apoyo de Juan Román Riquelme afirmando que si sigue Ameal cumplirá su contrato a rajatabla predisponga a varios boquenses a apoyar al actual presidente. En medio de los éxitos del equipo y la pelea política, la interna entre los barras xeneizes y su propagación por vía de la TV Pública no tienen explicación posible. Como si fueran candidatos a algo, como si fueran figuras de la institución, lo único que hacen es oscurecer el futuro, que viene complicado salvo dentro de la cancha. Ahí, afortunadamente, se encargan los jugadores, mientras algún iluminado cree que mostrando a los violentos ayudará a algo.

A lo único que ayuda es a que verifiquemos lo bajo que hemos caído, la falta de criterio periodístico y a que hagamos un culto al amarillismo y a la violencia que nos envuelve y no para de creer nuevos monstruos. La televisión no puede seguir siendo cómplice de semejante desatino.