jueves 25 de abril del 2024

Elecciones: una guerra sucia y fría

Los socios decidirán si Ameal continúa como presidente de Boca o si será reemplazado por Angelici, la cara de Macri. En el medio, las luchas de poder.

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Boca es ese paisito del TEG que no hace al meollo del juego, pero que alguno de los jugadores lo llena de fichitas, lo hace poderoso, y entonces es un punto del mapa deseado, más allá de que las tarjetas indiquen otros objetivos. El Gobierno Nacional y el de la Ciudad, de pronto, se decidieron: China ataca a Kamchatka.

Ayer, desde la agrupación Dale Boca, presidida por Daniel Angelici, denunciaron atentados contra dos de sus locales. Manchas de pintura y cinco impactos de balines de aire comprimido fueron las postales de una pelea más profunda, más política.

Otra víctima colateral fue el partido que también ayer fue suspendido, entre San Lorenzo y Tigre en el Nuevo Gasómetro. Macri lo hizo. “El Gobierno de la Ciudad tiene derecho a clausurar un estadio si no ve bien las cosas, pero en este caso somos perjudicados al igual que Tigre. Esta situación es la primera vez que pasa en la historia, al menos no es normal”, subrayó el presidente de San Lorenzo, Carlos Abdo, en declaraciones realizadas a Canal 26.

Excusas, chicanas, desprolijidades. El combo de una elección que se sirve en la Bombonera, pero que se cocina en la mesa nacional.

El partido originalmente estaba pactado para hoy a las 17, dos horas antes del encuentro de Boca y antes del cierre de comicios de la institución de La Ribera. Pero la Policía Federal consideraba que no podía cubrir las elecciones y el partido de Boca-Banfield y, también, el que debía jugarse en el estadio de San Lorenzo. Entonces se reprogramó para el sábado, pero finalmente ayer no se jugó. ¿Por qué? Angelici consideró que se trataba de una maniobra del oficialismo de Boca para que los socios votaran con la vuelta olímpica consumada; si Tigre no ganaba, Boca sería campeón sin jugar. Angelici es Macri. El actual jefe de Gobierno porteño se muestra en los afiches junto a su hombre de confianza, a pesar de no formar parte de la fórmula presidencial ni de ningún lugar dentro de la eventual comisión directiva.

En tanto, la alianza Ameal-Beraldi-Digón tiene impronta K. Hombres de las altas esferas influyeron en la unidad política que, quizás, logre lo que hasta hace unos meses era improbable: que el candidato macrista perdiera las elecciones en Boca.

Mientras Boca tendrá que salir a la cancha sin ser campeón, ayer el Gasómetro tuvo faja de clausura. Curioso. La AFA aseguraba hasta el viernes por la noche que San Lorenzo-Tigre se jugaba ayer. Ignacio Palazuelos, director del Comité de Seguridad para eventos deportivos de la Ciudad de Buenos Aires no dudaba: “No se juega”. En el medio, el Gobierno Nacional garantizaba la seguridad para que el partido se disputara.

La pelota picaba mal. Hasta que quedó del lado del PRO. Habrá que ver qué pasa hoy en las elecciones de Boca. Por si a alguien le importa, San Lorenzo y Tigre jugarán mañana, a partir de las 20.30. Un partido que se cayó del mapa del TEG.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil