jueves 28 de marzo del 2024

Paliza opositora en Independiente

Por una abrumadora diferencia sobre el candidato oficialista Cacho Alvarez, Javier Cantero (Independiente Místico) es el nuevo presidente del Rojo.

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La joven agrupación opositora "Independiente Místico" ganó con comodidad las elecciones en Independiente, por lo que Javier Cantero sucederá como presidente del club a Julio Comparada.

Sobre un total de 11685 votos registrados que representa un récord histórico para el club, la lista de Cantero sumó 7006 contra 4127 de la oficialista "Nueva Generación Roja", que postulaba al ex intendente de Avellaneda y actual ministro de Daniel Scioli en la gobernación bonaerense Baldomero Alvarez de Olivera.

En tanto, la tradicional Lista Roja, que presentaba como candidato a presidente a Juan Torres, logró 528 sufragios, mientras que 15 fueron en blanco, 8 anulados y 1 observado e impugnado.

Habiendo 38.880 socios habilitados para votar, prácticamente un tercio lo hizo, situación que no registra antecedentes en la historia del club e implica una participación altísima en cualquier club de fútbol. Entre los votantes estuvieron viejas glorias futbolísticas de la entidad, como Ricardo Daniel Bertoni y Roberto Pipo Ferreiro.

Un triunfo sobre Moyano. "Estoy muy emocionado. No esperaba un resultado tan contundente: rompimos los aparatos sindicales, hicimos un gran trabajo. Había que cambiar todo. A partir de mañana, seriedad y dignidad", expresó Cantero por ESPN Radio Rivadavia, tras confirmarse su victoria.

De esa forma, el presidente electo hizo una clara alusión a Hugo Moyano, quien participó del comicio y cuyo hijo Pablo, titular del gremio de Camioneros, está a cargo del fútbol juvenil del club.

Estrechamente vinculada a los Moyano está la barra brava de Independiente, que hizo el aguante frente a la sede de Avenida Mitre y se fue de allí cuando los números ya no daban chance a una victoria del oficialismo. Ese movimiento dejó en claro para qué lado jugaban.

A poco de cerrarse los comicios, de hecho, el jefe de la barra, Pablo Bebote Alvarez, caminando por el interior de la sede, le admitía a un socio "estamos muertos". Para cuando Cantero llegó a la sede de la Avenida Mitre, Alvarez y sus secuaces ya no estaban en el lugar. Eran poco más de los 20 y el viejo Independiente comenzaba a renacer.