jueves 25 de abril del 2024

La feria de vanidades de Avellaneda es mayor que La Salada

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El fin de semana avellanedense comenzó con los racinguistas sufragando y terminó con elecciones en Independiente. Las de Independiente sonaron como más trascendentes porque su deuda es mayor (casi 200 millones contra 135 del vecino), porque el actual presidente –Julio Comparada– no pudo ser candidato a vice como sucedió algunas cuadras más arriba en la Avenida Mitre, y porque el fantasma del descenso persigue a los ‘Rojos’ como ya supo perseguir (y condenar) a su archirrival histórico. Su cuarto oscuro, como su futuro, en este exacto momento de la historia es más oscuro que el de Racing.

Además, aunque también acudió un tercio de su padrón, votaron más socios que en la Academia; esto se explica fácilmente: Independiente tiene muchísimos asociados más con residencia en Avellaneda, por su actividad social (aunque lleve menos gente a la cancha), lo que abrevia y facilita el camino a las urnas para los votantes. De todas formas fue una elección record, con más de 11 mil asociados, contra los 10 mil que lo hicieron cuando en 1990 ganó Horacio Sande, estableciendo el record anterior.

Lo interesante en las elecciones ‘rojas’ es que los tres candidatos, las tres listas, se presentaron con plataformas casi calcadas. En todos los rubros, sociales, institucionales o deportivos, amateurs o profesionales, discursaron futuras acciones muy similares, además de describir la situación actual con un enfoque casi redundante. Fueron verdaderos, dramáticos y objetivos. Los tres candidatos reconocieron que el club está muy mal, que se presentaron dispuestos a tomar sin guantes ese hierro caliente, porque “es obligación del socio salvar a la entidad de sus amores”. Y las promesas para conseguir esa quimera, si difieren, sus diferencias son insignificantes. Los tres propusieron lo mismo. No recuerdo nada parecido. Lo único distinto son sus nombres, porque hasta de origen español son los tres: Álvarez, Cantero y Torres (¿no es el club de los ‘gallegos’ acaso?: aclaro que ninguno es originario de Galicia, provienen de Asturias el primero y de Castilla los dos siguientes).

Lo bueno de que oficialismo y oposición hagan un mismo diagnóstico es que seguramente es el correcto. Lo también bueno de que todos elijan un mismo camino es que muestra que no hay muchas alternativas. O se hace lo que hay que hacer o a la sartén. Lo malo es que uno se pregunta cosas, como por ejemplo, ¿si hay tanta coincidencia en todos los sentidos, por qué no unirse y tirar del carro todos juntos? ¿Si lo que de verdad importa es Independiente, por qué no postergar el bronce de la presidencia, la chapa que eso da en el curriculum y los contactos que genera, además de las fotos en los diarios, y avanzan con lista única?

Pero no, las vanidades están por encima de todo y de todos (inclusive el club, cuyos colores no se cambian). En algunas Repúblicas, como la de San Marino, por ejemplo, gobierna un Consejo rotativo –il Consiglio Grande e Generale-, que elije un capitán regente que se renueva semestralmente para que actúe como Primer Ministro. Lo que después se cambia, cada cinco años, es el Consejo. Frente a esta realidad de ‘infierno’ verdadero, pocas veces vista en los ‘Diablos’, y ya que eran tres candidatos y tres años de mandato, es obvio que hubiese sido mejor un gobierno por Triunvirato (como alguna vez lo hicieron Chiclana Sarratea y Pasos y después otros), con uno de ellos al frente en cada ejercicio anual. No fue posible. Ni Moyano los unió. Chiste. ¡Raro que no los enfrentó! En realidad Moyano mostró más amor a su equipo que los demás, porque antes de las elecciones declaró que apoyará “a quien gane”.

Va a apoyar, entonces, a Javier Cantero. El candidato de ‘Independiente Místico’ que venció (60%) gracias a que el principal opositor, el ex menemista y actual kirchnerista, hoy ministro de Scioli en la provincia de Buenos Aires, Cacho Álvarez (35%), tuvo hasta la agonía de la campaña el lastre de Comparada. El presidente que en la última década hizo (casi) todo mal aunque en su primer mandato, cuando amanecía el Siglo, le hiciera dar la vuelta olímpica al club cuyo equipo armaba el empresario de rock Daniel Grimback, fue un gran piantavotos.

Cantero también le ganó a Torres (5%) porque, hasta por su tono de voz, este sonó siempre como el más duro con la barra brava que echó del club a Mohamed, poco después de vencer la Sudamericana. Y posiblemente porque confesó que ya tuvo un infarto y tres by pass… Cantero que ya se cruzó también con ‘Bebote’ Alvarez, líder de esa barra brava, ganó por muchos votos pero por esos ‘mínimos’ detalles. Y tal vez, no lo sé, porque su Agrupación trabajó mejor en la previa y en eso, tan tradicional en nuestro país de llevar gente a votar el día de comicios… Pese a que la Lista Roja –la agrupación deportiva más antigua de toda América Latina– y que representaba Torres, en esas cosas tiene sobrada experiencia.

Ojalá Cantero haga una gestión impar que, inclusive, sirva de ejemplo a otros clubes (la mayoría está mal), pero sin dudas y para Independiente, hubiese sido mejor la unidad. Entre otras cosas porque después de julio de 2012, el equipo que hoy dirige Ramón Díaz –cuya continuidad estaba asegurada con los tres candidatos–, probablemente juegue en descenso directo. Cuando se le vayan los 68 puntos de la temporada 09/10 estará peor que San Lorenzo (si los de Boedo no descendieron antes). Y porque la gestión mensual tiene una deuda operativa reconocida de 600 mil dólares, lo que aumenta el pasivo en 30 millones de pesos por año. Un trabajo arduo y muy abonado a la suerte, es lo que precisa Cantero. Y su Independiente. Y unión claro, insisto en ella porque pocas veces fue ‘tan cantada’ esa posibilidad y por ahora no la tiene porque la feria de vanidades de la Avellaneda roja es más grande que la de La Salada.

En los vecinos albicelestes las vanidades fueron menores. Apenas oficialistas. El hoy presidente no quiso volver a la platea y, por lo menos, se anotó como vice. Comenta que va a ocuparse de cerrar los temas que inició en su actual gestión. Seguirá sin aproximarse mucho al fútbol y es bueno que así sea porque, a este respecto, siempre que abrió la boca perdió puntos. Y el hoy vice se peleó a muerte con su fórmula, porque quería el enroque directo, ir él a la presidencia. No lo consiguió y, como le gusta más el vestuario que el palco, armó su propia candidatura. No más que eso.

Lo cierto es que en Racing hay presidente nuevo con lista y gestión vieja. El presidente es tan nuevo que es el más joven de la historia ‘académica’. Tiene 39 años y, como buen contador, era hasta hoy, en la gestión de Molina –que ahora es su vice–, el tesorero en la sede capitalina de Villa del Parque (la embajada porteña de Racing que llena cualquier cancha de Capital, especialmente Vélez, All Boys, Argentinos Juniors y Ferro).

Gastón Cogorno, así se llama el vencedor, es un nombre desconocido para el pueblo racinguista. No para la vida democrática del club, reiniciada a posteriori de los tristes sucesos que ‘condenaron’ a Racing a una quiebra, a una gestión ajena y a un título de campeón. Cogorno es la continuidad de Molina sin Podestá trayendo colombianos.

¿Y cómo se come esto? Podestá fue el dirigente de la aún vigente gestión con más visibilidad. Apenas porque tuvo en sus manos al fútbol profesional, es decir el corazón del club. Como no ganó nada, su manera personalista de hacer las cosas, fue mal vista. Eran como hermanos el presidente y su vice hasta que llegó la hora de elegir sucesor. Rodolfo Molina ‘se lo sacó de encima’ pasando a todos la idea de que el pasivo que el club acumuló, con futuro complejo, fue obra del fútbol. Ergo, de Podestá. Chau.

Pablo Podestá, a su vez, se encargó de decir que Molina no quería dejar de aparecer en la tele; pero que Cogorno, sólo aportaría ‘su’ dinero –para dar credibilidad al refinanciamiento de la deuda–, si era presidente. Por eso Molina bajó a vice. Y, también por ello, lo desplazó de lo que ya estaba prometido (el enroque) cuando se construyó la fórmula la primera vez. La verdad es que Cogorno y Molina, con más del 60% de los votos de un padrón que respondió por debajo de la mitad (se entiende porque ese sábado no hubo fútbol en el Cilindro), ganaron como hubieran querido que ganara el campeonato Simeone. Fácil.

Cogorno goza de buena posición económica, pero no tanto; el dinero ‘provendría de fuentes vinculadas al gobierno nacional, como ya lo hubo cuando Néstor Kirchner presidía el país’, sostienen los bien informados. El socio albiceleste parece haber apostado a esa tranquilidad económica que, de alguna manera, garantiza el mantenimiento del equipo que, con algunos buenos retoques, puede pelear ‘de verdad’ un título.

Podestá fue segundo, lejos, en su candidatura aislada: 16%. Hubiese estado más próximo si Racing hubiera entrado en la Libertadores y mucho más si el equipo daba la vuelta olímpica que dio Boca. Podestá es un buen dirigente de fútbol pero mal administrador de caja, según quienes lo rodean. Ahora: ¿Molina no veía los costos que generaba Podestá? ¿Podestá era un outsider total en el club, siendo que manejaba el mayor presupuesto de la institución? Raro.

Los otros dos candidatos, Miguel D’Aquila –tercero con el 12%– y Daniel García con menos del 3%, en sus discursos previos parecían mejores candidatos que el oficialismo dividido. Pero no entusiasmaron lo suficiente; juntos, sumados, no le quitarían el segundo lugar a Podestá, pese a que este no consiguió siquiera meterle miedo a Cogorno.

Molina fue a los comicios habiendo renovado, veinte días antes, el contrato con Olímpikus. No suena a gran prolijidad. Molina parece buena gente y serio, por eso habremos de suponer que lo hizo guiado por las encuestas previas que lo daban claro vencedor en su fórmula junto a Cogorno. Pero, ¿y si perdía? ¿No podía esperar un mes más para esa renovación?

No parece mala idea el ‘Ratón’ Ayala como manager del fútbol, especialmente si continúa Simeone como técnico, ya que se mostró perdido en su última gestión. La fórmula ganadora, antes del acto eleccionario, usó al ex número dos de la Selección como una de sus armas más positivas para el futuro deportivo.

Nos guste o no, hay renovación en el Sur bonaerense. Cantero y Cogorno son, desde este fin de semana, nombres nuevos en las agendas de Avellaneda. Uno al frente de Independiente, el otro de Racing.

Cantero es una incógnita. Como consultor financiero llegó más lejos en su club que en la empresa donde trabaja: allí es vice. Y aunque los consultores son buenos para instrumentar proyectos pero no para ejecutarlos, en este caso, de todos modos, su especialidad puede entusiasmar al hincha cuando haya que pedir los créditos que el club precisa. Aunque es quince años más viejo y tiene poca experiencia dirigencial, como Cogorno, él ya hizo alguna cosa por el club: consiguió que se le cambie el nombre a la calle Cordero (que remitía a un ex jugador de Racing, Horacio Raúl) por Ricardo Bochini, en el 2005 y ahora quiere que Bochini sea el nombre del hoy Estadio Libertadores de América. Medio obsesivo el hombre (a veces eso es bueno). Y su principal asesor externo es un hincha de Newell’s –así es nuestro fútbol–: el ex canciller kirchnerista Rafael Bielsa, hermano del ‘Loco’ (¿querrán traerlo de Bilbao a Avellaneda?).

Cogorno es otra incógnita. En general, aquellos que no manejaron empresas, que no lideraron grupos importantes de personas, como son los contadores –de trabajo más aislado y silencioso–, no suelen ser grandes dirigentes por falta de vivencias en ese ítem, que no es poca cosa. “Si nunca paraste una huelga, no vas a parar a una barra brava”, decía don ítalo Giménez, alguna vez polémico presidente de Colón de Santa Fe. Cogorno además es joven, hasta su experiencia de vida lo limita en ese sentido. De todos modos faltan elementos para juzgarlo. Esperemos que los muestre antes de dictar veredicto. Racing necesita de un poco más de gloria. En el exterior, por ejemplo, hace rato que dejó de ser una marca recordada…

Cogorno y Cantero. A los dos habrá que pedirles que las vanidades personales no tuerzan sus destinos y que prioricen a sus clubes. Avellaneda, como siempre, necesita que sus instituciones sean las potencias que supieron ser y ya no son. Hoy, Arsenal, es quien deportivamente mejor representa al Partido. ¿No suena raro? Parece cosa de Grondona. Y lo peor es que no lo es.

Postdata (escrita 10 horas después): Señores, intenté ser rápido con la columna post-elecciones pero la locura es más veloz que cualquier teclado. Simeone, el hombre que estaba garantizado con cualquier candidato (“porque los contratos se respetan” y porque “la economía del club exige prudencia”), ya no es más el técnico de Racing. Todo bien que el ‘Cholo’ fue el subcampeón más pobre de la historia -por diferencia de puntos con el primero-, pero una continuidad no se remueve 48 horas después de contar las urnas, inclusive antes de haber asumido oficialmente y por más que los ganadores sean ‘quesos de la misma leche’. Bien dice el refrán gallego que ‘palo que le pega a Paco lastima a Francisco’. Seguramente el próximo técnico será Basile. Lo que es una buena noticia para Racing. Pero, caro Cogorno, así empezamos mal aunque como anoche me decían mis amigos (de las entrañas del club), usted sólo le ganó a Podestá porque los socios ‘votaron contra Simeone’ y no ‘a su favor’. Si así fue, dígalo. En Racing también será bienvenida la transparencia.

Vanidad de vanidades  

Algunas veces me pongo

a pensar… en la Avenida,

todo es vanidad,

la afición es mentira...

No hay nada nuevo debajo

del sol para hacerse…

Otros antes que yo

ya lo hicieron.

Lo de ayer

a nadie importa hoy,

Y mañana, hoy se olvidará.

Poco es la afición,

todo es vanidad,

Independiente me hace pensar...

En el juego de la Avenida

los Cantero vienen y van,

todos quieren superarse,

pero todo es vanidad...

Todo es mentira.

En la Avenida

todo es vanidad...

Solo EL es la verdad

lo demás todo es mentira.

Cogorno hoy está arriba,

lo demás es vanidad…

Poco es la afición en la Avenida.

Mentira y vanidad...

Vanidad de vanidades

decía aquel acreedor

y tenía razón…

El Riachuelo corre al mar,

pero el mar nunca se llena.

Eso es vanidad...

Poco es la afición en la Avenida.

Mentira y vanidad...

Racing busca las plazas de arriba

mas, lo afanan aquí abajo…

Lo demás es vanidad.

Poco es la afición en la Avenida.

buscan las cosa de arriba,

que lo demás es vanidad...

Poco es la afición en la Avenida.

Mentira y vanidad...

Vanidad de vanidades

decía aquel acreedor

y tenía razón..

Poco es la afición en la Avenida.

mentira y vanidad...

NOTA: en negrita las palabras adaptadas.

(*) Director Asociado Diario Perfil/primera época; creador de SoloFútbol.

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