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Roberto Mieres fue un deportista distinto, sin dudas. El marplatense, quien falleció a los 87 años en Uruguay, país donde se había afincado desde hacía varios años, supo correr en la máxima categoría del automovilismo mundial pero también supo ser "olímpico" en yachting.
Su comienzo en el automovilismo deportivo fue a los 23 años, pero el gran salto lo dio al correr en la Fórmula Uno en 1953. Luego de ganar varias carreras locales, Bitito (así pronunciaba su nombre de chiquito) fue descubierto en el Gran Premio de Rosario de 1950 por los campeones mundiales Giuseppe Farina -1950- y Alberto Ascari -1952 y 53-, quienes le aconsejaron que continúe mostrando sus dotes al volante en Europa.
Mieres siguió los consejos de los maestros italianos y en 1953 se encontraba manejando en el equipo Gordini en el Gran Premio de Holanda. Fueron un total de 17 carreras en la Fórmula Uno con Maserati, sin triunfos ni logros rutilantes, aunque en 1955 consiguió un meritorio octavo puesto.
A pesar de su pasión por los autos, Mieres también se destacó en los deportes náuticos y tuvo su momento especial en los Juegos Olímpicos de Roma (1960), donde representó a la Argentina en yachting en la clase star. Allí, junto a su tripulante Victor Hugo Fragola, finalizó en el puesto 19 entre 35 participantes.
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