A un día del partido amistoso entre la Argentina y Suiza, los jugadores van arribando a Berna. Hasta el momento no había demasiado movimiento en la capital helvética hasta que llegó Lionel Messi para generar un revuelo generalizado.
El rosarino ni bien pisó suelo suizo fue recibido por una multitud desde el aeropuerto hasta el hotel Schweizerhof, donde se concentra la delegación argentina. Además de los 300 fanáticos había una gran cantidad de medios locales y hasta japoneses, algo que no había ocurrido con el arribo del resto de los jugadores.
Esta tarde la selección que dirige Alejandro Sabella realizó su primera práctica en la cancha auxiliar del Stade Suisse Wankdorf, donde se jugará el partido. El único jugador que faltaba era Maximiliano Rodríguez, quien iba a llegar recién por la noche procedente de Liverpool.
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