sábado 20 de abril del 2024

Balsas, apuñalado en violento robo

El punta de Argentinos sufrió una salidera bancaria con su compañero Sergio Escudero. Al resistirse, recibió varios cuchillazos. Su testimonio.

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En medio de una campaña más que intrascendente, el plantel de Argentinos Juniors vio su tranquilidad fuertemente alterada este jueves al ser herido de arma blanca el uruguayo Sebastián Balsas en un violento robo, luego de retirar una importante suma de dinero de un banco con su compañero Sergio Escudero.

Ambos futbolistas volvían de la práctica que realizaron en el predio de la UTA en Moreno cuando, poco después de hacer juntos la extracción en Puerto Madero, fueron interceptados por ladrones que se introdujeron a punta de pistola en el auto en que viajaban, para enseguida pedirles el dinero retirado como si alguien les hubiera avisado desde adentro del banco acerca de la operación.

Al ver un patrullero, el delantero uruguayo intentó dar un volantazo y fue apuñalado en su pierna derecha. Su compañero también forcejeó con los ladrones pero no sufrió ataques de consideración, aunque quedó en estado de shock. Mientras Escudero perdió en el robo su vehículo, a Balsas le sustrajeron el alto monto que retiró -la agencia Télam habla de 670.000 pesos- y su celular.

Tras recibir varios puntos de sutura en un hospital cercano, Balsas fue derivado a una clínica de Olivos. Allí lo esperaban los médicos de Argentinos, José Artese y Eduardo Cammareri. Tras atenderlo, Artese contó por Radio La Red que sufrió puntazos "cerca de los glúteos, en el isquiotibial y en el antebrazo", así como que "no llegó a desmayarse pero tuvo un bajón grande de presión".

También el propio Balsas habló por La Red: "Fui a sacar dinero, me encañonaron y estoy muy mal. Me cuesta mucho caminar".

Según confirmó la secretaria de Prensa de Argentinos, el delantero fue dado de alta esta noche y dejó caminando la Clínica, aunque deberá esperar unos 15 días para volver a jugar. Por su parte, Escudero ya se encontraba descansando en su casa en horas de la tarde sin secuelas físicas de ningún tipo. El susto, eso sí, seguro no se les quitará a los dos por un tiempo bien largo.