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El partido que Roger Federer le ganó a David Ferrer por los cuartos de final del Masters 1000 de Madrid tuvo dos espectadores de lujo: Cristiano Ronaldo y su novia, la modelo rusa Irina Shayk.
Al astro del Real Madrid, que hace poco festejó con su equipo el título en la Liga española, se lo vio mucho más relajado que de costumbre, recibiendo los mimos de su novia mientras miraba el partido.
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