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Lanús le causó más que un dolor de cabeza a Banfield en el clásico del sur, ya que no sólo lo venció 2 a 1 sino que además lo dejó muy complicado en los promedios para el descenso.
Los goles granates llegaron en la primera etapa por medio de Diego Braghieri a los 7 minutos y Mariano Pavone a los 13. Facundo Ferreyra, a los 33 del complemento, descontó para el Taladro.
A pesar de la victoria, después del gol de Banfield la hinchada local le recriminó a su entrenador, Gabriel Schurrer, algunos de los cambios que realizó, como el que determinó la salida de Mariano Pavone cuando el encuentro estaba 2-0.
En el primer tiempo hubo una diferencia abismal entre un equipo y otro, especialmente a partir de la circulación de pelota de Lanús. Los hombres del Granate triangularon permanentemente y desbordaron cuando quisieron a un conjunto de Banfield muy pobre y entregado.
Así las cosas, no extrañó que a los 7 minutos llegara la apertura del marcador: Diego Valeri ejecutó de manera magistral un tiro libre y Diego Braghieri se elevó en el área para meter un cabezazo letal, que se introdujo al lado del palo derecho de un sorprendido Christian Lucchetti.
Lanús siguió proponiendo un juego vertiginoso frente a un equipo dedicado a aguantar y a esperar que lo salvara alguna corrida de Andrés Chávez. Y por eso, estuvo bien que a los 13 llegara el 2-0: Valeri, de buen primer tiempo, tocó en la puerta del área para Pavone, quien después de controlar el balón se lo picó a un adelantado Lucchetti.
Con Banfield desmoronado, Lanús manejó a su placer el partido y hasta se dio algún momento de relajación. Sólo Chávez, con su movilidad, intentó algo diferente en el Albiverde. Muestra de ello fue el desviado remate que ejecutó a los 31 minutos.
Lanús respondió enseguida a través de una media vuelta de Pavone, desviada de manera estupenda por Lucchetti. Era una clara muestra de que cuando se lo proponía el Granate llegaba a fondo.
La etapa inicial terminó con Banfield al ataque, pero sin ideas y sólo aproximándose con disparos desde lejos.
En el complemento, el partido cambió porque Lanús se tomó un descanso, permitiendo que Banfield se adelantara unos metros y le llegara con peligro a Agustín Marchesín. A eso hay que sumarle la salida de Pavone, porque a partir de ese momento (el minuto 14) Lanús jugó retrasado, apostando al contraataque.
Ante esto Banfield apostó al ataque directo, para lo que Eduardo Acevedo hizo ingresar a Jorge Achucarro. El paraguayo no lo defraudó, y exigió a la defensa local en base a su potencia física.
Fue así como la visita, cada vez más cerca de Marchesín, llegó al descuento a los 33 minutos: Gustavo Toledo envió un centro que fue conectado por Ferreyra para poner suspenso al partido.
Aunque cerca del final hubo dos infracciones en el área granate que el árbitro Pitana no sancionó como correspondía con penales para Banfield, Lanús despertó tras el descuento y volvió al menos a manejar más la pelota. Así logró aguantar a su rival hasta quedarse con el clásico... y con la fiesta en las tribunas, claro.
Fuente: DyN.
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