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Es el precio de ser el mejor jugador del mundo. Y Leo lo sabe. Por eso le pone la mejor cara a las diferentes situaciones. Como la de anoche, cuando más de un centenar de personas se paró en la puerta de un restaurant donde el crack comía con su familia para poder saludarlo.
Antes de la final de la Copa del Rey -el próximo viernes ante el Athletic de Marcelo Bielsa-, Messi disfruta de su tiempo libre junto a sus seres queridos. Ayer, según cuenta el sitio Sport, fue a cenar a Roses, un pueblo de la Costa Brava en Girona, Cataluña. Allí, en la puerta, lo esperaron sus fanáticos y otros no tanto, para ver por unos pocos segundos al astro.
Durante esta semana Messi también estuvo unos días en Gáva disfrutando del sol y la playa, buscando llegar lo más descansado posible a la final con el Athletic.
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