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El sábado, River puede sellar su ascenso directo a la Primera División. Si lo hace -claro está- el 23 de junio de 2012 será una fecha que pasará a la historia del club millonario. Y de alguna manera empezará a redimir aquella herida que comenzó a abrirse hace un año, aquel 22 de junio de 2011 en el que el equipo de Nuñez cayó 2-0 en el partido de ida de la Promoción ante Belgrano de Córdoba. Aquel día de la ingenua mano de Adalberto Román, del "apriete" de los barras en plena cancha, de los ojos llorosos de Juan José López y del último partido de Matías Almeyda como jugador de fútbol.
Aquella noche en el Gigante de Alberdi, César Mansanelli puso de penal el 1-0 para los celestes a los 25 minutos de la etapa inicial. Fue tras una innecesaria mano del paraguayo Román, quien de alguna manera se terminaría yendo del club por esa acción. El defensor volvió a jugar en la "B" Nacional recién en la fecha 14 ante Atlético Tucumán, pero tuvo una floja actuación en el Monumental, el equipo de Almeyda perdió 2-0 y él terminó emigrando.
En el segundo tiempo de aquel partido en Córdoba, César Picante Pereyra aumentó la cuenta a los 4 minutos del segundo tiempo. Poco después, se destató el escándalo: un grupo de barras de River ingresó al campo de juego para hostigar a sus futbolistas -especialmente a Román- y el encuentro estuvo interrumpido durante 20 minutos.
Luego de la reanudación, River intentó llegar al menos al descuento, pero los embates millonarios se toparon constantemente con Olave, una de las figuras del encuentro. En el banco de suplentes, se alcanzó a ver a un Juan José López abatido que no podía contener sus lágrimas. Los de Nuñez se fueron con un 0-2 que algunos días después no podrían revertir en el estadio Monumental, escribiendo la página más triste de su historia.
En aquel partido ante Belrgano, además, Almeyda fue amonestado y llegó a las cinco amarillas. El Pelado no pudo estar en el duelo de vuelta y, tras aquella fatídica tarde del Monumental que decretó el descenso millonario, se hizo cargo del equipo y asumió como nuevo DT. Por eso, ese encuentro que disputó en el Gigante de Alberdi fue el último de su carrera como futbolista profesional. Un año después, las heridas de River y su entrenador pueden comenzar a cicatrizar...
Crónica y fotos de aquel partido en Córdoba
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