jueves 25 de abril del 2024

De la B Metro a soñar en Primera

El Matador de Victoria busca hoy el título, y también no ir a la Promoción, de la mano de cuatro protagonistas que vienen de muy abajo.

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Carlos Luna está igual. El tipito sin pinta de futbolista es una versión aggiornada del famoso petiso orejudo. Ni siquiera el nombre y apellido parecen calzar exactos en un goleador. Chino no da con el physique du rôle del goleador de Tigre, campeón de la B Metropolitana en 2005. Obvio, tampoco de este serial killer del área, versión Primera división. Un puente de siete años y la misma imagen: Luna tenía y tiene un look rapado; Luna era y es el máximo goleador de Tigre. Aquel año en la B nadie marcó más que él; sucede también en este Clausura, en el que Luna anotó once veces. Chino es una de las banderas de Tigre, es la conexión con el pasado exitoso. Uno de los cuatro jugadores que pueden repetir la vuelta olímpica. En su cancha, hoy el Matador puede ser campeón como en 2005. Por entonces, también se repetían las figuritas de Diego Castaño, Martín Galmarini (hoy titulares) y Juan Carlos Blengio. Enfocados en el póquer, Tigre está casi igual; sólo le cambió el abecedario futbolero: dio el zarpazo en la B, ahora va por la A. Ser los mejores de la Argentina, en otras palabras.

Fotocopias. Las dos fotos son cartas certificadas de hazañas; en las dos, los planteles contienen parte del combo que pergeñó Caruso Lombardi, ahora DT de San Lorenzo. Casualmente, Tigre arrancó la temporada 17 puntos abajo del equipo que desde hace diez fechas dirige el técnico con reminiscencias de Pier Nodoyuna; a diferencia del personaje caricaturesco, Caruso generalmente gana sus carreras contra el descenso. Hoy se pondrá a prueba, una vez más.

La remontada del Matador lo puso a salvo del descenso, aunque todavía se hamaca entre la vuelta olímpica y la Promoción. Cualquiera de las dos posibilidades le da carácter de proeza a su campaña. El efectivo Luna, el aplomado Castaño, el experimentado Blengio y el entonces jovencísimo Galmarini también escribieron sus nombres en el derrotero épico de 2005: Tigre fue campeón con 93 puntos, récord del fútbol argentino.

La efectividad de más del 77 por ciento lo elevó a la pirámide futbolística del mundo, lo que impulsó a Caruso a imprimir una de sus frases, a principios de este año: “Con Tigre salimos campeones en la mejor campaña de la historia del fútbol argentino. El único que lo pasó a Tigre fue el Chelsea hace cuatro años, ¿eso es vender humo?”.

De cara a la historia. Tigre va por el título ante Independiente. Por el otro andarivel llega Arsenal, con el arco defendido por Cristian Campestrini. El uno que también fue campeón con Tigre, en esa campaña en la que el conjunto de Victoria apenas perdió un partido en 38 fechas. Dividido en Apertura y Clausura (Tigre ganó los dos torneos y ascendió sin jugar una eventual final), aquel torneo de Primera B tuvo como figura a Luna. En el partido decisivo del Clausura, el Matador derrotó 2 a 0 a Platense y evitó un cruce por el ascenso. Uno de los tantos lo convirtió, de taco, el actual goleador del Clausura de la A.

Tras la coronación, Chino se fue a Racing. Tigre volvió a festejar un ascenso en 2007, con Galmarini, Blengio y Castaño en el plantel. Los cuatro pueden volver a gritar campeón hoy. No depende sólo de Tigre. Dependerá también de lo que suceda con el Arsenal de Campestrini. El único arquero de la historia de Tigre que alguna vez marcó un gol. Fue contra Atlanta, en aquella campaña en la que empezó todo.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil

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