jueves 28 de marzo del 2024

Qué necesita River para salvar el año

En la última década, 13 de los 28 ascendidos volvieron a la B tras su primera temporada. Eso sí: ninguno de los que superó los 43 puntos se fue.

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Al final de la temporada, el martillo bajará sin contemplaciones y la sentencia quedará definida: tres equipos, los que tengan el peor promedio, perderán la categoría. Sin vueltas y sin escalas. Ya no hay Promociones, esos ida y vuelta tan traumáticos que llevaban al límite al corazón de los más fanáticos. El fútbol argentino tiene –a medias– un nuevo orden: dos torneos, Inicial y Final (los que ganen no serán considerados campeones) y una final. Sin Promociones, la angustia no tendrá escalas. Pero continúan los promedios, tan criticados por el ambiente del fútbol y tan defendidos por Julio Grondona. Entonces, el novedoso –a medias– panorama obliga a los equipos, sobre todo a los recién ascendidos, a jugar, como el lugar común dice, con la calculadora en la mano. Entre esos recién ascendidos está River. Arranca con nada, sin puntos y sin promedio. Cada vez que gane sumará como el que más, y cada vez que pierda, se hundirá. Será, ahora, uno de esos equipos incontrolables que una vez le amargaron la vida –All Boys y Olimpo, en la temporada en la que descendió–. El interrogante es: qué tiene que hacer River para no volver a sufrir.

La respuesta a esa pregunta es sencilla: ganar y sumar puntos. Pero cuántos son los que tiene que acumular durante las 38 fechas de la temporada. Parece que con 44 podría estar tranquilo. ¿Parece? Es que River, ya lo demostró, no permite ningún axioma. Jugó la Promoción con el segundo puntaje más alto en la historia de ese sistema: 141 unidades (Lanús sumó 142 cuando la ganó en la temporada 2001/02). Aún resuenan las palabras de Julio Grondona: “River está en una situación que no es la merecida por las ocasiones de gol que tuvo. Creo que es uno de los equipos con mayores posibilidades de no tener Promoción”.

Números y más números. El puntaje ideal de una temporada es 114 puntos. Entonces no parece lógico que River no pueda acumular 44, que significan el 38,5 % del ideal. Pero de dónde salen esos 44 puntos: de un vistazo a las últimas diez temporadas. En ese lapso, 28 equipos lograron subir a Primera. Todos arrancaron desde cero. Y todos los que lograron salvarse, quince, lo hicieron con al menos 43 puntos. Sólo hubo dos casos en los que llegaron a ese puntaje y perdieron la categoría: Atlético Rafaela, en la temporada 2003/04 (cuando cayó en la Promoción con Huracán de Tres Arroyos) y Nueva Chicago, en la temporada 2006/07 (cuando perdió con Tigre). Por eso 44 sería –siempre en potencial– el número de la suerte para River. Hace exactamente un año, en la defensa que hace siempre de los promedios, Grondona unió a la Promoción. “Es interesante que haya cinco partidos en la lucha por la Promoción, si no no habría tanto público”, dijo. Claro, todavía River estaba a tiempo de zafar.

Incluso con el nuevo sistema de descensos, Chicago se hubiese salvado, ya que aquella vez terminó 17º en la tabla de promedios. Lo mismo le hubiese ocurrido a San Martín de San Juan hace unas semanas. En cambio, en la 2004/05, Instituto mantuvo la categoría pese a acumular 42 unidades y quedar 18º en los Promedios: le ganó en la Promoción a Huracán. Con el nuevo régimen, hubiese caído a la B Nacional sin escalas.

Una mirada al pasado reciente. Para recordar, en las últimas tres temporadas que River estuvo en Primera, en dos no superó los 43 puntos. Recién en la última pegó el salto, con 57, pero no le alcanzó. Con el sistema que empezará a regir ahora se hubiese salvado: terminó 17º en los promedios en la temporada que lo terminó condenando.

Hace unas semanas, Ernesto Cherquis Bialo, director de Medios de Comunicación de la AFA, defendió los promedios en una entrevista con Matías Martin, en el programa Basta de todo de Radio Metro. “Tigre está peleando el campeonato porque los promedios le dieron la posibilidad; si no, ya hubiese descendido antes. Los promedios son fantásticos, son un hallazgo de Grondona.” Se olvidó de que este sistema ya había sido implementado en 1961 y mantenido durante dos temporadas.

Mientras tanto, los equipos que empiezan de cero en Primera sufren: que casi el 50 por ciento haya descendido después de ganarse un lugar en Primera es una cifra muy alta.

(*) Esta nota fue publicada en la edición impresa del diario PERFIL.

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