martes 23 de abril del 2024

Tras los Juegos, la vuelta al colegio

Valeria Pereyra, la más joven de la delegación argentina en Londres, habló con 442 sobre su experiencia olímpica y su regreso a clases. Fotos. Galería de fotosGalería de fotos

442

La más chica es la que quizás se vuelve con el premio más grande. No fueron medallas lo que le dejó su paso por Londres a Valeria Pereyra. Sus manos traen la experiencia de haberse codeado con las mejores del mundo, con las ídolas del póster, y haber dado la talla. Y si bien, como a cualquier atleta, le hubiera gustado subirse al podio, el logro de adquirir rodaje le llena el alma tanto como cualquier laurel a esta gimnasta de 16 años, la más joven de la delegación argentina en tierras británicas.

"La verdad es que por ser mi primera competencia a nivel mundial estaba muy tranquila. Lo disfrute muchísimo y me pude dar cuenta de que todavía hay que entrenar mucho más", asegura Valeria desde Londres, en diálogo con 442. "Este torneo me sirvió para recargar energías pensando en volver a entrenarme en la Argentina con un objetivo claro: ser finalista en Rio 2016", agrega.

La joven de Liniers terminó en el puesto 51 entre 60 atletas en los ejercicios clasificatorios individuales de All Around. En el North Greenwich Arena, Valeria arrancó su serie con un registro de 13,261 puntos en barras paralelas. Luego anotó 10,651 en la viga, 12,600 en piso y 13,366 en salto del potro. De esta manera, totalizó 49,798, muy alejada de la ganadora, Victoria Komova, quien acumuló 60.632 unidades.

Justamente la rusa, quien después se quedaría con la medalla de plata en la final, es una de las referentes de Valeria. "Fue increíble verla. Me gustó mucho tenerla cerca y poder ser testigo tanto de su competencia como de su entrenamiento. Siento que pude aprender muchísimas cosas de ella", relata.

Valeria sabe que tanto su participación en estos Juegos, como la de Federico Molinari, pueden producir un relanzamiento de la gimnasia en la Argentina. Ambos se anotaron en la historia desde el mismo momento en que obtuvieron su pasaje a Londres, debido a que este deporte no tenía representación nacional en Juegos Olímpicos desde Atlanta 1996. Molinari, aún en carrera, sigue rescribiendo los libros: el rosarino es el primer gimnasta argentino que clasifica a una final olímpica y el lunes peleará por una medalla. "Creo que ahora sí la gimnasia va a ser un deporte al que se le dé más reconocimiento. Es muy lindo de ver y de practicar, y está bueno incentivar a las gimnastas que recién están empezando, demostrándoles que no hay nada imposible en el deporte", dice Pereyra.

Lo que queda ahora para Valeria es la vuelta a la Argentina, a su familia y sus amigos. Y como cualquier adolescente que termina unas largas vacaciones,  debe volver al colegio.  "Mis amigos son incondicionales, me apoyan muchísimo. Me siguieron durante toda la competencia y se levantaban temprano para verme", confiesa la joven atleta, que durante el año se entrena por la mañana y va a la escuela del CENARD por la tarde. "La vuelta va a ser increíble. No veo a mis compañeros hace 2 meses por tantos viajes y a mi familia hace como 3 semanas. Por la única razón que quiero volver es para reencontrarme con mis seres más queridos. Ellos hicieron posible mi sueño".

(*) especial para 442

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