viernes 29 de marzo del 2024

Tinelli: de los dos lados del mostrador

El conductor, que puede convertirse en vice de San Lorenzo, tiene participación directa en pases de jugadores del plantel. Quénes lo acompañan.

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El 8 de agosto, en la primera –y a la postre, última– reunión de la Comisión Directiva del gobierno provisorio de San Lorenzo, con la presencia de Marcelo Tinelli, se aprobaron la aplicación de un bono de entrada a la cancha, el balance 2010/2011 pese a que la Comisión Fiscalizadora del club lo había objetado, y la renovación del contrato de Juan Carlos Menseguez. Por una lesión, Menseguez no juega desde el 25 de septiembre de 2011 y recién el martes se volvió a entrenar con pelota. La anécdota no es antojadiza: según le cuenta a PERFIL un colaborador de Tinelli, el empresario televisivo es el dueño del cincuenta por ciento del pase del futbolista.

Tinelli se va a presentar hoy de candidato a vicepresidente por la lista “Siglo XXI”, que encabeza Matías Lammens, en las elecciones de San Lorenzo. Para la consultora de Julio Aurelio, esa lista se va a imponer con el 86 por ciento de los votos. Por lo demás, no es, el de Menseguez, el único pase que tiene Tinelli.

Vuelve ShowMatch. Llama entre poco y nada la atención ya, porque se naturalizó que Tinelli aporte dinero en San Lorenzo, un club que si no está en bancarrota, pega en el palo (el pasivo es de entre 180 y 200 millones de pesos). Sin embargo, el equipo que dirige Ricardo Caruso Lombardi se reforzó con 16 futbolistas (asterisco: sus contratos nunca, pero nunca pasaron por la Comisión Directiva, según se queja Pablo Albanesi, candidato a presidente por la lista “Por San Lorenzo”). Tinelli mediante, desde ya: cuatro fuentes le confían a este diario que el empresario le compró al representante Jorge Cyterszpiler el cincuenta por ciento del pase de Denis Stracqualursi, que jugó en el Everton, de Inglaterra, en la última temporada pero que llegó vía triangulación con Fénix de Uruguay. Otra fuente asegura que Tinelli adquirió el 35 por ciento del pase de Ignacio Piatti, que llegó sin opción de compra y es otro futbolista denunciado por la AFIP por triangular su pase (él y su representante, Nazareno Marcollese, a través de Sud América, también de Uruguay).

Pero el empresario televisivo no aporta dinero solo: también lo hacen el mismísimo Lammens (que depositó en Futbolistas Argentinos Agremiados dos cheques por el 15 por ciento que les correspondían por sus pases al arquero Matías Ibáñez y a Julio Furch, que venían de Olimpo), Marcelo Ercolano (que irá, de ganar la lista “Siglo XXI”, de prosecretario) y Horacio Miró, amigo de Tinelli y padre de Juan Miró, candidato a vocal titular (Lammens no lo quería en la lista, pero Tinelli sí). A esa lista la tejieron entre Lammens (que tiene una distribuidora de vinos y que conoce a Tinelli desde mediados del último año) y el director de la productora Ideas del Sur, Fabián Scoltore.

Ellos –Tinelli, Lammens, Ercolano, Miró –son los que aportan el dinero para las contrataciones. Pero no son almas caritativas tampoco (y no deberían porqué): lo planean recuperar con las ventas de los futbolistas. Nada nuevo bajo el sol, por cierto: en agosto de 2007, Tinelli les pidió a amigos de él que pusieran dinero para reforzar a San Lorenzo. Argentine Fútbol se llamó la empresa (o, como se la presentó mediáticamente las más de las veces, “el grupo inversor”), según consta en el Boletín Oficial del 27 de agosto de ese año: allí estaban Gustavo Alejandro Murillo, Gustavo Ranucci, José Luis Vital (director, allá por 2002, de la empresa Esfinge 21, del mismísimo Tinelli y de su ex esposa, Paula Robles) y Claudio Salomone (gerente de relaciones institucionales de Ideas del Sur). Ellos compraron los pases de, por nombrar, Gonzalo Bergessio y Andrés D’Alessandro, y los llevaron a San Lorenzo. Pero, pequeño detalle, el club se debió encargar de pagarles los salarios: 900 mil dólares al año a Bergessio, 600 mil a D’Alessandro. Era insostenible. “Marcelo –le cuenta a PERFIL un allegado a él– se equivocó, porque les pidió a sus amigos que pusieran plata pero el negocio nunca funcionó. Apenas si recuperaron la inversión con D’Alessandro. Con los demás –Gastón Aguirre, que juega hoy en Temperley, Juan Manuel Torres y Papu Gómez, entre otros– perdieron.” En consecuencia, Tinelli y Ranucci, que eran muy amigos pero que no se ponían de acuerdo en cómo y cuándo vender a aquellos futbolistas, terminaron a las patadas (por si acaso, no es literal): por esa pelea, apenas si se saludan cuando se ven. “Por eso, esta vez, Marcelo viene con otra gente”, explica la fuente.

Aquella aventura le salió mal a Tinelli: entre 2006 (cuando volvió al club a partir de su amistad con el entonces presidente Rafael Savino) y 2009, el pasivo de San Lorenzo pasó (no, desde ya, sólo por los salarios estratosféricos de Bergessio, D’Alessandro y compañía ) de 33.119.728 a 70.689.839 de pesos, y el club se descapitalizó, y mal: entonces, tenía apenas el ciento por ciento de los pases de dos jugadores, Bernardo Romeo y Diego Rivero.

“Pero ahora Marcelo va a estar adentro: va a saber cuánto se puede pagar y cuánto no”, remata su amigo. Porque ésa es la diferencia: en 2007, Tinelli y sus amigos invertían en San Lorenzo a través de la empresa Argentine Fútbol, y a partir de hoy (siempre y cuando no haya un batacazo en las elecciones) lo van a hacer desde adentro del club.

Ya empezaron, por cierto.

(*) Esta nota fue publicada en la edición impresa del diario PERFIL.