jueves 28 de marzo del 2024

Córdoba deliró con Argentina y Messi

En su primer partido por eliminatorias en la provincia, la Selección venció 3-1 a Paraguay y quedó puntera. Golazo de La Pulga. Fotos. Galería de fotosGalería de fotos

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Con un Lionel Messi nuevamente brillante que marcó un golazo de tiro libre, Argentina le ganó a Paraguay 3-1 en su primer partido por eliminatorias mundialistas en Córdoba y llegó a la punta del certamen clasificatorio para el Mundial de Brasil 2014.

El elenco que dirige Alejandro Sabella se puso por primera vez en ventaja cuando apenas se llevaban jugados 2 minutos, por un disparo desde fuera del área de Angel Di María que se desvió en la espalda de Ezequiel Lavezzi antes de ingresar al arco.

A los 17, el argentino nacionalizado paraguayo Jonathan Fabbro igualó aprovechando un penal sancionado por mano de Braña, pero el primer tiempo terminó 2-1 para Argentina ya que a los 30 Gonzalo Higuaín desniveló valiéndose de un remate rasante y cruzado, que entró en la valla a la derecha de Justo Villar.

El 3-1 por la séptima fecha de las Eliminatorias lo terminó de decretar Messi con su magistral tiro libre, a los 18 del segundo tiempo. Mirálo:

Este representa el sexto triunfo consecutivo del conjunto de Alejandro Sabella, de los que tres se produjeron en el marco de las Eliminatorias.

El equipo albiceleste no lució mucho y por momentos mostró serias falencias en la transición de ataque a defensa, pero las apariciones determinantes de sus cracks fueron demasiado para un deslucido conjunto paraguayo.

El primer gol llegó luego de que Fernando Gago jugara al claro para Ezequiel Lavezzi; el del Paris Saint Germain aguantó la pelota de espaldas, giró hacia la derecha y entregó a Higuaín, quien devolvió de primera, y tras un rebote el balón le quedó a Di María, cuyo remate con cara interna a la derecha de Justo Villar se desvió en la espalda del Pocho y cambió levemente su trayectoria antes de ingresar al arco.

Pese a la tempranera ventaja y a que tuvo el balón más tiempo que su adversario, al equipo argentino le costó sobremanera elaborar jugadas de peligro, un poco por malas decisiones en los metros finales y otro tanto porque los mediocampistas paraguayos recurrieron a las faltas cuando Messi o Di María tomaban el esférico.

Paraguay, replegado en defensa, sólo pudo inquietar al equipo argentino con intermitentes escaladas de Víctor Ayala o guapeadas de Roque Santa Cruz que casi nunca llevaron real peligro para Sergio Romero.

El primer acercamiento guaraní fue a los 12, cuando, tras un centro de Ayala, Antolín Alcarez ganó de cabeza y la pelota se fue apenas desviada junto al palo derecho de Romero.

Cuatro minutos más tarde, y aunque no había hecho nada para merecerlo, la visita se encontró con la igualdad. Rodrigo Braña intentó despejar de cabeza dentro del área, la pelota le dio increíblemente en la mano y el brasileño Menezes marcó penal. El argentino nacionalizado Fabbro se hizo cargo y con un remate violento y muy bien ubicado a la derecha de Romero consiguió el empate.

Pero como el fútbol muchas veces carece de lógica, y al igual que sucedió con el empate paraguayo, Argentina se puso nuevamente en ventaja cuando menos lo merecía, esta vez gracias a un error de la defensa albirroja: Higuaín aprovechó una muy mala salida de los centrales visitantes, ingresó al área a pura potencia y marcó con un remate bajo y cruzado, a la derecha de Villar.

Pudo aumentar Argentina, pero un preciso tiro libre ejecutado por Messi desde la izquierda se estrelló en un palo del arco paraguayo.

La segunda etapa mostró una mejor versión del elenco de Sabella y en eso mucho tuvo que ver la aparición decisiva de Messi, quien participó más del juego y fue el abanderado de los ataques argentinos.

Tanto fue así que a los dos minutos, La Pulga tomó el balón en tres cuartos de cancha y comenzó a eludir rivales hasta quedar sólo frente a Villar y picar la pelota, que otra vez dio en un palo.

El director técnico de los paraguayos, el uruguayo Gerardo Pelusso, intentó darle más poderío al ataque y puso en cancha a Nelson Haedo Valdez y Oscar Cardozo, quienes al igual que Fabbro y Santa Cruz no pudieron inquietar a la defensa albiceleste.

Luego del 3-1 ya no hubo partido. Argentina tocó la pelota a su antojo y a Paraguay, agobiado por el desequilibrio de los atacantes argentinos, sólo le quedó refugiarse en su campo para evitar sufrir una goleada y apostar a algún contragolpe, que nunca llegó.

Fuente: DyN.

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