jueves 25 de abril del 2024

Los fantasmas que acechan al Rojo

En el peor momento de su historia, Independiente enfrenta un panorama para nada alentador. Roces en el plantel e internas entre dirigentes.

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Le pasó a River hace dos años, le pasó a San Lorenzo durante la temporada pasada y le pasa a Independiente ahora: los resultados, el promedio bajísimo y la posibilidad concreta del descenso rebotan en cada uno de los rincones del club. Entonces, ocurre lo previsible: el equipo no gana y empiezan a circular versiones de internas en el plantel, algún jugador no se compromete con la situación y el técnico entra en crisis, los árbitros no cobran penales a favor y la unidad dirigencial se quiebra, la pelota no entra y los hinchas insultan al que se le ponga adelante. El famoso fantasma que azotó Núñez y que causó malestar por el Bajo Flores, ahora merodea por Avellaneda. Independiente, bienvenido a la previa.

Bajo presión. Cuando Américo Gallego volvió a Independiente hace poco más de tres meses se presentó con una de sus frases de cabecera: “Vengo para salir campeón”. Más allá del intento de levantar el ánimo, es cierto que el Tolo no está habituado a dirigir planteles que peleen por el promedio. Y en esta instancia inédita en su vida de entrenador, su carácter se infla con la presión por no descender que cada fecha ahoga un poco más.

Entonces ocurre que, por ejemplo, Víctor Zapata, uno de los nuevos, ya no tiene diálogo con el técnico, lo mismo que Eduardo Tuzzio, un histórico. El ex Vélez perdió todas las chances entre lesiones y bajos rendimientos, y antes del partido con San Lorenzo se retiró antes de concentrar por una molestia que, según se comenta en el club, en realidad se trató de una excusa. Con Tuzzio, en cambio, el enfrentamiento con Gallego viene porque el defensor se opuso a la llegada del DT cuando el ex presidente Julio Comparada lo convocó para que sucediera a Daniel Garnero.

Otro de los recién llegados que se está preguntando por qué, es Luciano Leguizamón: por lesiones o porque el arco no se le abre, el delantero filoso del Arsenal campeón, con la camiseta del Rojo convirtió un solo tanto. Y aunque se cuida de no decirlo en público, tiene todas las ganas de volver a Sarandí.

Entre que no termina de encontrar el equipo, que los resultados no se dan ni cuando lo merece y que las diferencias en el plantel son cada día más profundas, la tolerancia del Tolo Gallego roza los límites. De hecho, en el club hay quien cuenta dos momentos en los que el técnico estuvo tentado de dar un paso al costado: cuando los barras tiraron bombas de estruendo y suspendieron el partido con Belgrano de Córdoba, y hace diez días, cuando en la AFA negaron el pedido de una tercera incorporación por la lesión de un juvenil.

De todos modos, el Tolo se sostiene en la fe que tiene para el semestre que viene: está convencido de que con dos refuerzos (Daniel Montenegro y Fernando Cavenaghi son los preferidos del entrenador) y con una buena pretemporada, esta vez sí, va a encontrar el funcionamiento del equipo y pelear el campeonato.

Frente interno. De cara al peor semestre de la historia del club, la Comisión Directiva no exhibe la unidad que tenía cuando asumió, hace apenas un año. Aunque el liderazgo lo concentra el presidente Javier Cantero, ya aparecen voces disidentes. El mayor motivo del quiebre tiene que ver con la postura frente a las gestiones anteriores: mientras algunos prefieren llevar al extremo la postura de no mantener ningún vinculo con ex dirigentes, Cantero se flexibilizó y esta semana, por ejemplo, mantuvo reuniones con Daniel Grinbank, financiador y mecenas de la campaña de Andrés Ducatenzeiler, y con el sindicalista Hugo Moyano, hombre fuerte durante la era Comparada.

Es que en el club los números que no cierran no son sólo los de la tabla de posiciones. Las cuentas también están en rojo: el pasivo es de 320 millones de pesos y es inminente la necesidad de gestionar dos incorporaciones relevantes. En este contexto, aunque el presidente haya dicho que los jugadores están al día, en realidad les deben cuotas de primas de este año. Por eso, entonces, Cantero abrió la cancha y salió a buscar auxilio fuera del club. Porque lo que viene puede ser aún peor.

Nota publicada en la edición impresa del DIARIO PERFIL