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"Me siento una estúpida. Me cansé. No hay vuelta atrás". Mónica Nizzardo, titular de la ONG Salvemos al Fútbol dijo basta ante la inacción para frenar la violencia en las canchas y decidió dar un paso al costado no sin antes hablar profundamente de los motivos y puntualizar a los responsables.
"La violencia en el fútbol no tiene solución. La perversidad del fútbol argentino es extrema, todos la reconocen, pero como si se tratara de una enfermedad terminal, sin cura, donde en vez de buscar un antídoto, tratan de vivir con ella, y en ella de la manera más óptima posible, como si la hubiera. Las justificaciones que da cada uno para no reconocer su complicidad con este sistema nefasto de contactos y relaciones que antepone los intereses personales -económicos y políticos- por sobre la transparencia de las instituciones, y mismo por sobre la vida humana, son increíbles", empezó Nizzardo en un texto publicado con su firma.
A su vez, una de las pioneras en la lucha contra la violencia apuntó contra el presidente de Independiente, Javier Cantero, y la jefa de seguridad del club, Florencia Arietto por defender las políticas de seguridad del Gobierno. "Habla de la Presidente de la Nación como si se tratase de un ser admirable preocupado por desarmar a las mafias del futbol. Me pregunto si la Dra. Arietto escuchó las groseras palabras de 'nuestra Presidente' pronunciadas por cadena nacional, en el discurso del 30 de julio de 2012, quien junto al anuncio del nuevo sistema de ingreso a los estadios, realizó un exhaustivo homenaje a los delincuentes del futbol, nuestros conocidos barrabravas".
Además de criticar a Julio Grondona, Nizzardo manifestó que "cuando una persona, más aún si es directivo del futbol argentino, intenta denunciar y avanzar contra las mafias de su club, de AFA y expone las falencias y falta de voluntades de este gobierno para terminar con las mafias organizadas, sin voluntad de hacer concesiones con ellas, no hay otro resultado que el de ser expulsado automáticamente del sistema. En estos seis años como presidente de SAF he conocido a otros, y otras, incluso también directivos como yo, quienes han intentado luchar contra las mafias de su club sin resultados. Lejos de aceptar concesiones, se retiraron".
"Es más difícil luchar contra la hipocresía que contra los violentos y corruptos. Yo no inicié la lucha de SAF para ser reconocida, sería muy mediocre e hipócrita pretender usar esta lucha para terminar en el libro de los Guiness. Puse lo mejor de mí, desde energía, tiempo y dinero, pero no pude. Me saturé. No le encuentro la vuelta para que esta lucha me siga haciendo feliz, sino por el contrario me siento una estúpida, entonces me retiro", cerró Nizzardo.
El texto completo de Mónica Nizzardo.
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