sábado 20 de abril del 2024

La clave del éxito de los técnicos

Un mix de magia, intensidad y exageración resume el gran momento de los técnicos argentinos. La columna de Herbella.

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“Mis jugadores son instruidos al detalle. No pueden equivocarse. ¿Mi secreto? Profesionalismo, gran profesionalismo, y perfeccionismo. Yo no sé si soy el mejor del mundo, pero sé que hago todo para serlo.” Helenio Herrera.

Nació el 10 de abril de 1910, en el seno de una familia de inmigrantes españoles en Buenos Aires. En la adolescencia emigró con su familia a Casablanca, Marruecos. Hijo de padre carpintero, encontró en el fútbol más que un divertimento. Tanto se destacaba jugando en el humilde equipo de su barrio Roches Noires (al este del centro de Casablanca y sobre la costa del Mar Mediterráneo), que el poderoso Raja de Casablanca (reciente finalista del Mundial de Clubes) posó sus ojos en él. En un par de años se consolidó en Primera y rápidamente emigró a Francia, donde desarrolló una extensa carrera como futbolista que finalizó en 1946, en el CSM Puteaux, siendo jugador y entrenador del equipo. Fue a partir de allí, en los albores de mediados de siglo XX, cuando nacería el mito del Mago. Un mito conquistador: campeón con el Internazionale de Italia y con el Barcelona. Junto con Luis Carniglia (quien dirigió al Real Madrid que ganó la cuarta Champions League de su historia), se transformaron en los adelantados de una colonización argentina que nunca más se detendría.

Con el arribo de Gabriel Calderón al Real Betis, se mantiene en un nivel record la cantidad de entrenadores argentinos en “La Liga”: cuatro entrenadores sobre un total de veinte equipos, un 20% de presencia argenta. Diego Simeone y Gerardo Martino dirigen a los dos punteros del torneo (Atlético Madrid y Barcelona), mientras que Juan Antonio Pizzi se suma a Calderón en la lista de los recientemente incorporados (en su caso al Valencia). Junto a ellos hay que recordar que en la temporada pasada estuvieron: Mauricio Pellegrino en el Valencia (ahora en Estudiantes LP), Mauricio Pochettino en el Espanyol de Barcelona (ahora en el Southampton inglés) y Marcelo Bielsa en el Athletic Club de Bilbao, junto con Simeone que continúa en el mismo cargo.

Pero entrenadores argentinos haciendo historia, no solo hay en Europa, están en todos lados. José Pekerman y Jorge Sampaoli clasificaron, a Colombia (tras 16 años de ausencia) y a Chile, para la próxima Copa del Mundo de Brasil 2014. Ángel David Comizzo con Universitario (Perú), Eduardo Berizzo con O´Higgins (Chile) y Gustavo Quinteros con Emelec (Ecuador) se consagraron campeones en sus respectivas ligas. El reconocimiento a los entrenadores argentinos es mundial y no es exclusivo del fútbol, también se replica en otros deportes colectivos: Magnano, Lamas y Hernández en el básquet o Velasco, Castellani, Méndez y Uriarte en el vóley, son algunos de los destacados.

Al fin de cuentas, ¿qué es ser entrenador y cuáles son sus requisitos? En “Fútbol a sol y sombras”, libro de culto para todo amante del fútbol, Eduardo Galeano describe al director técnico como el individuo que tiene la misión de evitar la improvisación, controlar la libertad y elevar al máximo el rendimiento de los jugadores. Para cumplir con este objetivo, dirigentes e hinchas le exigen poseer “la genialidad de Einstein y la sutileza de Freud, junto con la capacidad milagrera de la Virgen de Lourdes y el aguante de Gandhi”. Una quimera.

Y entonces, ¿qué característica distintiva poseen los entrenadores argentinos para ser tan requeridos en otras partes del mundo? Si tuviese que responder por la experiencia personal de haber jugado en cuatro países distintos con entrenadores de nacionalidades varias, diría que es la intensidad con la que viven el juego, y cómo ella se ve reflejada en la exigencia y dedicación que tienen hacía sí mismos y hacia el entorno.

La historia recuerda que los pioneros, tanto Herrera como Carniglia, terminaron yéndose del Barcelona y del Real Madrid respectivamente, al no congeniar con las estrellas del equipo a quienes sometían a una exigencia que nunca habían experimentado: Helenio desplazó a Kubala y Yiyo fue capaz de sentar en el banquillo a Puskas, en la mismísima final de la Copa de Campeones. Ambos, para las consideraciones del  la época, eran catalogados como entrenadores muy exigentes.

Quién mejor para cerrar esta columna sobre los DTs argentinos sino Pep Guardiola, uno de los mejores entrenadores de la actualidad: "Tenéis a Menotti, a Bilardo y la reputación de ser exagerados. Bueno, sois un pueblo que ha dado muchísimo al fútbol: tres de los cinco mejores jugadores de la historia. Vuestra pasión por este juego se ve". Aquí diríamos que: no sólo se ve, también se siente.