viernes 19 de abril del 2024

La historia de los partidos inaugurales favorece a Brasil

Desde que la FIFA determinó que el partido inaugural lo juega la nación anfitriona, a partir de la edición de Alemania 2006, el dueño de casa nunca tropezó en la apertura del prestigioso torneo.

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Brasil, país organizador del apasionante Mundial que comenzará mañana, cuenta con el respaldo de la historia de la Copa del Mundo para iniciar su camino deportivo con el pie derecho en el Arena de San Pablo, ante Croacia. Desde que la FIFA determinó que el partido inaugural lo juega la nación anfitriona, a partir de la edición de Alemania 2006, el dueño de casa nunca tropezó en la apertura del prestigioso torneo. Alemania, en 2006, goleó 4 a 2 a Costa Rica y, en 2010, la débil Sudáfrica -que quedaría fuera en la primera ronda- igualó en un tanto con México en el primer encuentro mundialista disputado en el "continente negro".

Brasil tiene a favor con otros dos antecedentes venturosos: uno, que en 1950, ocasión en la que fue organizador de su primer torneo y protagonista del match inicial, aplastó a México por 4 a 0 en el Maracaná. Dos, que es un brasileño el autor del gol más madrugador de un partido inaugural: César Sampaio anotó a los cuatro minutos del match ante Escocia en el Mundial de Francia 1998. Hasta 1978, la nación huésped era la encargada de abrir la fiesta, aunque problemas de infraestructura o de organización metieran la cola.

En la primera edición mundialista, Uruguay 1930, la selección de Francia abrió el fuego, y cómo, ante la de México: la goleó por 4 a 1 el 13 de julio. El artillero Lucien Laurent quedó en la historia por ser el autor del primer gol del hoy célebre certamen. Lo curioso del torneo "oriental" consistió en que la "ceremonia inaugural" se produjo cinco días después de comenzada la competencia, el 18 de julio, porque el estadio Centenario no había sido terminado a tiempo (algo que, 84 años más tarde, estuvo a punto de repetirse). Luego de la apertura "formal", Uruguay, futuro campeón, superó a Perú por apenas 1 a 0. Este juego, que había sido previsto como el primero, fue en la práctica... ¡el noveno!

A partir de Argentina 1978, y hasta Corea-Japón 2002, el honor de jugar el encuentro inaugural correspondió al campeón del torneo anterior, que por entonces se clasificaba de manera directa para la edición siguiente. La victoria fue esquiva al defensor del título en cuatro campeonatos consecutivos -Alemania igualó con Polonia en 1978, Argentina cayó con Bélgica (1982) y Camerún (1990) e Italia empató con Bulgaria en 1986- hasta que la escuadra germana pudo, por fin, vencer a Bolivia por un magro 1-0 en el inicio de Estados Unidos 1994.

(*) Autor del libro Historias insólitas en los mundiales de fútbol

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