viernes 29 de marzo del 2024

El choque entre Argentina y el "reloj suizo" de Hitzfeld

La selección se medirá ante un conjunto contra el que nunca cayó. A qué juegan los helvéticos y cómo es la lógica del nada es imposible. Shaqiri, el jugador a marcar. Las preocupaciones de Sabella.

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Ilusiones, preocupaciones y esperanza. Ese es el resumen que se  llevó Alejandro Sabella anotado en un papel del partido ante Nigeria. El triunfo por 3 a 2 ante las águilas verdes mostró la ilusión de un Messi enchufado y descollante, en el debe "Pachorra" notó la preocupante endeblez defensiva y la -probable- lesión de Sergio Aguero, mientras que la esperanza apunta a una eventual llave que, en los papeles, sería accesible.

El reloj suizo. El experimentado técnico Ottmar Hitzfeld, que se retirará tras el Mundial , maneja desde la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 un seleccionado obediente, ordenado, pero sin grandes individualidades. Salvo la destellante actuación del jugador del Bayern de Munich, Shaqiri -Sabella tome nota- que marcó los tres goles seleccionado helvético ante Honduras y le dio la clasificación a octavos de final.

En la previa, el conjunto suizo no luce grandes armas para dar una sorpresa ante el seleccionado de Sabella; sin embargo, en la subestimación ganaría fuerza la imprevisibilidad de un batacazo (Ecuador se confió y lo pagó caro ante el país de los paraísos off-shore).

El historial sonríe. Los antecedentes le hacen un guiño cómplice a la selección de Sabella. En citas mundialistas, ambos conjuntos se cruzaron solamente en Inglaterra 1966  y el partido fue para la selección albiceleste que se quedó con un triunfo por 2 a 1 para acceder a la siguiente ronda.

Cinco amistosos ante los helvéticos y un invicto -esperemos- inoxidable. Argentina logró tres victorias y dos empates. El cruce más reciente se dio en 2012, en plena era Sabella, con recuerdos imborrables para la "Pulga" que clavó su primer triplete en la victoria por 3 a1.

El historial exhibe partidos en Córdoba con goleada argentina (5 a 0) en 1980, en Berna otro triunfo albiceleste por 2 a 0 en 1984, empate en la misma ciudad por 1 a 1 y otra parda en Basilea.

Las estadísticas inclinan la balanza para la Argentina que disputó siete partidos correspondientes a "octavos de final" en copas mundiales de fútbol, de los cuales en cinco oportunidades pasó a cuartos y en dos quedó eliminada.

Nada es imposible. "Ahora tendremos que ver qué pasa. Estamos en la ronda de 16, de modo que cualquier cosa es posible", opinó el viejo lobo Hitzfeld, que conoce al dedillo que comanda un equipo que tiene prohibido desistir antes de que el árbitro pite el final. Allí radican las esperanzas del veterano técnico que se montará a este lema para arengar a sus muchachos y derribar el contundente historial.

Su camino en esta Copa del Mundo así lo refleja ya que en su debut ante Ecuador revirtió un 0-1, en un partido disputado,  para llevarse la victoria. En la segunda jornada, sufrió un duro cachetazo de los franceses en la caída por 5-2. En ese partido las debilidades y limitaciones de los suizos se expusieron como nunca. Sabella ya lo sabe y buscará replicar un escenario similar el 1 de julio.

Y con su goleada ante Honduras supo explotar las carencias de un equipo que fue de lo más flojo de Brasil 2014. Sin embargo, mostró -quizás antes de tiempo- su ancho de espadas, Shaqiri.