martes 23 de abril del 2024

Las seis similitudes entre las finales de Italia 1990 y Brasil 2014

Transcurrieron 24 años, los dos choques por la Copa del Mundo se miran en el espejo de las coincidencias. De Bilardo a Sabella y de Codesal a Rizzoli.

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Pasaron 24 años, la misma euforia en las calles, millones de personas prendidas a sus televisores. Sin embargo, el destino dejó en la mesa similitudes entre aquella épica final de Italia 1990 y el choque decisivo de Brasil 2014.

La primera singularidad fue que en ambos Mundiales, un técnico con pasado Pincha estuvo comandando al equipo desde el banco: Alejandro Sabella y Carlos Salvador Bilardo, unidos por una misma filosofía de juego.

La segunda marca que nos retrotrajo al 90 fue que ninguno de los dos equipos deslumbró por su toque y fútbol de alto vuelo sino que conmovieron más por su entrega y dedicación.

En ambas situaciones, Alemania arribó a la confrontación crucial como favorito por su fútbol de gran nivel, mientras que la Argentina descansó sobre las espaldas de sus ídolos como Maradona y Messi; y en la fiereza de Mascherano y la defensa. El arco de las dos selecciones estuvo resguardado por héroes -Romero y Goycochea- que desde los doce pasos depositaron a la Argentina en la final.

La elección de la camiseta azul, por parte de la FIFA, generó temor entre los más supersticiosos ya que en ambas finales la Argentina se calzó la camiseta alternativa.

Como un guiño del destino, el árbitro mexicano Codesal, artífice del penal que torció la historia en la final de 1990, se deshizo en elogios por su colega italiano Rizzoli: "Tiene calidad, experiencia, las calificaciones adecuadas para estar en la Final".

Ambos referís tienen el privilegio de haberse convertido en los árbitros más odiados del país. El mexicano por el penal que le cobró a Sensini que cruzó con imprudencia a Jurgen Klinsmann y el italiano por el penalazo que obvió tras el fuerte topetazo de Neuer a Gonzalo Higuaín.

La sexta coincidencia, entre ambas finales, es el resultado calcado.  La diferencia mínima se impuso en choques cerrados y de dientes apretados.

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