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Marcelo Lazaga podrá contarle a sus nietos que un día hizo un gol parecido al de Diego Maradona pero no será por haber dejado a medio equipo rival en el camino ni por clavar la pelota en un ángulo en un tiro libre en la medialuna del área.
En el empate 3-3 entre Deportivo Cúcuta y Deportes Quindío, Lazaga convirtió el segundo de su equipo con una evidente mano anticipándose al arquero cuando se disponía a despejar la pelota de su área. El árbitro Ulises Arrieta no la vio o no quiso verla y de esta manera el Cúcuta festeja el ascenso a Primera División, mientras los jugadores del Quindío reclamaban por la injusticia.
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