martes 16 de abril del 2024

Muffat, la "discreta" gloria de la natación francesa

Considerada una de las nadadoras más importante en la historia de Francia, se había retirado en 2014 a los 23 años en "busca de una nueva vida". Ayer murió en el choque de helicópteros en La Rioja.

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La muerte de Camille Muffat y otros deportistas y periodistas franceses en La Rioja mientras filmaban un reality show conmueve a todo el país galo. Considerada una de las mejores nadadoras en la historia del país europeo, mostró su mejor versión en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y sorprendió a todos el año pasado anunciando su retiro a los 23 “en busca de una mejor vida”.

Nacida en Niza, comenzó con los duros entrenamientos en una pileta de natación a los doce años. Su entrenador Fabrice Pellerin era un hombre “conocido por su exigencia”, aseguran en Francia. Con 15 años se robó todos las miradas en el campeonato francés de Nancy al derrotar en los 200 metros libres a Laure Manaudou, que venía de ser campeona olímpica en Atenas.

Después de algunos sinsabores y resultados negativos en Beijing 2008 decidió cambiar la estrategia. Con el foco puesto en los 200 y 400 libres de Londres 2012, Muffat comenzó un entrenamiento muy exigente: 16 kilómetros de nado por día, viviendo por y para la natación. El esfuerzo tendría su resultado: medalla de oro en los 400 libre, plata en los 200 libre y bronce en los 4x200 libre. “No soy una persona distinta por estas medallas”, aseguraba en una entrevista. Londres fue un punto de inflexión en la vida de la joven nadadora.

Tras un 2013 con un fuerte bajón en su rendimiento, un año más tarde decidió dejar la natación. Con una entrevista al diario L'Equipe anunciaba su retiro en busca de “una nueva vida”.

Recordada por sus pares como “referente” y “modelo a seguir”, antes del retiro había sido nombrada caballero de la Legión de Honor de Francia. Pellerín, su entrenador, la definió como "una estrella discreta", comparándola con Manaudou, la otra gloria de la natación francesa. "No tiene el lugar que merece en los ojos de la gente. Sobre todo con la presencia de Laure en todos los medios", le dijo al Le Monde el hombre “que le enseñó a nadar”.

Su final, en el aire, fue una ironía más del destino. Un destino al que ella quiso cambiar, a los 23 años, con su retiro. Porque ella -según su entrenador- “sólo quería ser feliz”.