sábado 20 de abril del 2024

Que los cumplas infeliz: 22 años

Desde la copa américa ‘93 que la Selección no gana nada, pese a que pasaron grandes jugadores. Martino es el octavo DT que intentará quebrar la racha. Los por qué según diferentes periodistas.

442

Desde La Serena. La mala fortuna y los continuos cambios de director técnico en distintas direcciones ideológicas son los principales motivos que argumenta la prensa argentina para determinar por qué la selección nacional lleva 22 años sin ganar un título de mayores desde aquella ya lejana Copa América de Ecuador en 1993.

Según los periodistas consultados, no hay un único motivo de explicación, pese a que hay una coincidencia general en que en la mayoría de esos torneos, la selección argentina era una de las candidatas a los títulos.

Juan Carlos Pasman, del multimedios América, prefirió “no buscar excusas” y buscó analizar las causas copa por copa. “En 1995 fue la mano de Tulio y antes, un error de Daniel Passarella de poner un equipo suplente contra Estados Unidos; perdimos 3-0 y nos terminó complicando: tuvimos que enfrentar a Brasil en cuartos y nos quedamos afuera. Me parece que no hay una sola explicación".

"En 1997 otra vez Passarella decidió no llevar el mejor equipo a Bolivia pensando en el Mundial, y otra vez pasó en 1999 con Bielsa en la copa de los tres penales de Palermo. La que más cerca estuvimos de ganar fue la de 2004 contra los suplentes de Brasil, y no se puede criticar mucho por marcar mal a Adriano en los últimos cinco minutos. En 2007 perdimos bien la final, nada para decir. Y en 2011, creo que Batista cedió por algo que no estaba convencido, que fue la inclusión de Tevez”.

“En los mundiales, salvo en el último, nunca estuvimos cerca. No se puede ganar siempre pero tampoco se puede no ganar nunca. Hubo errores de los técnicos, un poquito no ligamos, y otras, creíamos que teníamos más. La era post-Matadona nos costó mucho, y lamentablemente Messi en la Selección nunca tuvo el nivel del Barcelona”, sostuvo Pasman.

Para Claudio Giglioni, con seis mundiales y seis Copas América como acreditado, no se ganó nada en 22 años “por diversos factores”. “Salvo por la cuestión lúdica en la final de 2004 con el gol de Adriano, en el resto, no hicimos buenas Copas América”, opina. “Creo que algo está pasando con la generación post-Maradona. Llegamos siempre como candidatos, porque el potencial de Argentina es siempre el mismo, y en el momento de ganar no está colectivamente la compenetración para que el equipo alcance el objetivo".

"El que más cerca estuvo fue Bielsa, a un minuto, y el que más lejos, fue Batista, pero un solo denominador común: a la hora de estar en la cita para que el equipo exprese sus mejores valencias, no lo pudieron hacer. Argentina fue candidata tres o cuatro veces, y no pudo. Uruguay o Brasil, cuando llegan a la final, juegan allí el mejor partido del campeonato”, reflexiona el rosarino.

Vicente Panetta, veterano periodista de la agencia AP, tiene su versión: “Aunque parezca una frase remanida, creo que todo es por mala suerte, porque me acuerdo cuando se perdió con Brasil sobre la hora en Perú, o un penal y un tiro libre que sacaron al equipo del Mundial 2002. Y en la final del último Mundial, cuando se perdió sobre el final, aunque también es cierto que de Messi se esperó mucho y no rindió en los partidos decisivos”, comenta.

“No es porque no haya tenido equipos o planteles. Tampoco se le puede atribuir la mala suerte. Hay algunos factores futbolísticos que quizá tengan que ver con los entrenadores y con esa reconversión de ideas, de pasar de Menotti a Bilardo, o de Sabella a Martino. Estilos contrapuestos, al derecho y al revés, que terminaron confundiendo la idea a la que se refiere Martino. Por eso hay que apuntar también a la conducción dirigencial”, analiza Héctor Laurada, de la agencia nacional Télam.

Elías Perugino, de la revista El Gráfico, tiene su propio pensamiento: “Creo que en el Mundial pasado lo único que faltó fue un poquito de suerte porque Argentina hizo un buen torneo para poder dinamitar una historia nefasta por la que no se podía llegar ni a la semifinal. Vi repetidas veces la final y creo que fue mejor que Alemania, pero siempre se necesita una pizca de fortuna”, opina.

“Desde que Sabella se hizo cargo de la Selección, con madurez individual y consolidación del equipo, se está para ganar algo. En el pasado hubo muchos errores al cambiar demasiado de entrenador, y eso no ayudó a consolidar una identidad para jugadores que, aunque muchas veces fueron los mismos, jugaron a distintas cosas”, agrega Perugino.

Para Néstor Clivatti, de radio Continental, “no hay una razón tan contundente pero hay factores humanos”. “No es el azar. Se fueron diluyendo camadas de jugadores que no alcanzaron ese grado de madurez como para ganar un título. Hubo una cierta sucesión irregular de ciclos de entrenadores que quedaron truncos".

"Malas elecciones de directores técnicos cooperaron también ante la falta de coherencia dirigencial y uno cree que ese momento de ganar algo empieza a llegar, pero no será sencillo porque no se gana sólo con apellidos o mística, hay que pensar hacia dónde se quiere ir en lo filosófico o futbolístico”, cierra Clivatti.

(*) Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.