viernes 19 de abril del 2024

Un bebote que quiere crecer

Pablo Alvarez dejó la barra del Rojo porque pretende ser el sucesor de Hugo Moyano en la presidencia del club. Su intención es saltar del paravalanchas al sillón.

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La política es el equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no desean salir. Los clubes, a su vez, permiten gobernar en un mundo de pasiones que muchas veces atenta contra la razón. En ese contexto, surgen personajes con raíces tribuneras que se presentan a elecciones y mediante el voto de los socios se transforman en políticos de galera y tablón. Pablo Alejandro Alvarez, conocido como Bebote, uno de los integrantes de peso de la barra de Independiente, una de las más peligrosas del país. Y aunque su salida tuvo que ver con una pelea interna con Marcelo “Zombi” Cano, su ladero más fiel, con quien casi termina a los tiros, las razones del portazo se debieron a sus intenciones de incursionar en la política del club.

Si bien todavía restan tres años para que los socios del Rojo deban elegir a sus dirigentes, el ex capo barra ya comenzó su campaña: anoche, en una sociedad de fomento de Rafael Castillo, lanzaba oficialmente su candidatura. Incluso, durante los partidos frente a Olimpo y Rafaela, aparecieron en el corazón de la popular banderas relacionadas con sus intenciones. Y como si fuera poco, se repartieron globos y folletos en distintos accesos al estadio con la leyenda “Bebote presidente”.

Fuentes cercanas a la institución no ven descabellada esa posibilidad ya que el hombre fuerte de Hinchadas Unidas Argentinas cuenta con un apoyo importante en los distintos barrios que conforman Los Diablos Rojos, la actual hinchada de Independiente: “Tiene cuatro mil carnets asegurados y, aunque puertas afuera sea un personaje poco creíble, hay muchos hinchas que confían en su capacidad de liderazgo. Si las elecciones fueran ahora, podría darle pelea a cualquiera”, asegura un dirigente histórico del club. Hugo Moyano, se recuerda, ganó con 5.719 votos.

Ya se han repartido globos y folletos en distintos accesos al estadio con la leyenda “Bebote presidente”.

Lejos de tratarse de una nueva campaña mediática, la antigüedad como asociado le permite presentarse en los próximos comicios, con lo cual, de reunir los avales y convencer a los votantes, podría transformarse sin inconvenientes en el sucesor de Hugo Moyano.

El propio Bebote, que cambió la oscuridad del tablón por los flashes de la candidatura, se despidió de sus adeptos mediante un comunicado en su página web: “Sólo tengo palabras de agradecimiento al 99,98% de la barra, que me apoyó en esta decisión tan difícil que tuve que tomar. Ahora empieza una nueva etapa y les prometo ser el número uno. A los nuevos líderes de la barra les deseo muchos éxitos y ojalá les haya servido de experiencia lo que vivimos”, expresó con la diplomacia de un político.

Consultada por PERFIL, Débora Hambo, su abogada, explicó: “Bebote tiene todas las cualidades para ser presidente de Independiente. Se crió y creció en el club, conoce a todo el mundo y todo el mundo lo conoce a él. Hay gente que lo quiere y hay otra que no, pero Independiente está asociado a su imagen y a su personalidad. Hace mucho tiempo que sus cuentas con la Justicia están al día, no tiene causas penales abiertas y una de las cosas que más desea es ser presidente de Independiente. Además, si Blatter fue presidente de la FIFA, es ridículo pensar que por su pasado Bebote no pueda ser presidente de Independiente”.

En el reino del revés, todo parece indicar que no falta tanto para ver a Alvarez hablándole al pueblo rojo, disfrazado de político, desde algún balcón de la sede de avenida Mitre.

La barra roja. Bebote Alvarez, en su primera determinación como precandidato a la presidencia, dejó a cargo de la tribuna del Rojo al Tano de Gerli, a su vez líder de la hinchada de El Porvenir y número dos del Gallego Popey, barra asesinado de un balazo por gente de Lanús durante la última Nochebuena. Por otro lado, la actual dirigencia terminó de acomodar en la tribuna a Roberto “Polaco” Petrov, hombre fuerte de Camioneros, vinculado a Pablo Moyano, a quien se le dio la responsabilidad de liderar los destinos de los violentos. Y como si fuera poco, Loquillo Rodríguez, que en su momento había perdido la barra a manos del propio Bebote, decidió retornar a la cancha junto a un importante grupo de choque.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil