jueves 18 de abril del 2024

Usain Bolt, el superhéroe inmortal

El hombre más veloz del planeta es una estrella por sus logros en la pista, por su historial impoluto y por el enorme carisma. Por qué Justin Gatlin es el villano.

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La disputa entre “héroe y villano” es una de los formatos narrativos más atrapantes. Nadie puede resistirse a una buena historia del Bien contra el Mal: sea lector o televidente; sea en política, en deporte o en cualquier otro ámbito. Este ha sido uno de los motivos fundamentales por los que la contienda, entre el Usain Bolt y Justin Gatlin, le devolvió al atletismo un protagonismo que no tenía desde los tiempos de Carl Lewis y Ben Johnson.

Bolt, es el mito viviente, el atleta hegemónico del siglo XXI. El jamaiquino domina con maestría la pista, en la especialidad más trascendente del atletismo, como domina también al entorno que rodea al deporte. Entre sus palmares está el record mundial en los 100 y en los 200 metros, y ostenta el privilegio de ser el atleta más laureado en la historia de los Mundiales. Su antecesor, el mítico Carl Lewis, tenía diez medallas (ocho de oro, una de plata y una de bronce); Bolt, a los 29 años, ya posee doce (diez de oro y dos de plata) y todavía le queda competencia (posta 4 x 100mts)

Justin Gatlin, es el retador, el antihéroe. El norteamericano fue condenado en dos oportunidades por uso de sustancias prohibidas y debería haber sido excluido de por vida de las competencias pero, por motivos poco claros, en ambas ocasiones le morigeraron la pena y sigue compitiendo. La ciencia ha probado que los efectos beneficiosos del doping sostenido con esteroides anabolizantes perduran en el tiempo y generan modificaciones de largo plazo.

Gatlin, a los 33 años, ha tenido resultados que nunca se habían visto y que se creían imposibles para un velocista de esa edad. Llegó a Beijing 2015 con las mejores marcas de los últimos dos años y era el gran candidato a llevarse la medalla de oro en 100mts y a disputar firmemente la de los 200mts.

Probablemente, en la historia del deporte de alto rendimiento, este sea uno de los momentos más controversiales. La denuncia reciente del periódico “Sunday Times” sobre 800 posibles casos de dopaje, expuso públicamente una verdad que los organismos internacionales conocían de antemano pero intentaban ocultar. Los avances tecnológicos han permitido probar en las muestras de sangre y orina almacenadas que, en los últimos diez años, varios de los campeones olímpicos (cerca de 150) han sido flagrantes tramposos que se aprovecharon de drogas sintéticas indetectables para su época.

Por eso hoy, el mundo del atletismo está de fiesta, porque “la casa está en orden”. La justicia divina obró cuando nadie la esperaba. A pesar del año sabático (2014) y de los flojos resultados en los últimos meses, Usain Bolt demostró nuevamente ser el hombre más rápido de la Tierra. Ya lo había logrado el fin de semana en los cien metros y ahora lo confirmó en los doscientos.

Visto en retrospectiva, los 100 metros terminaron siendo los más emotivos. Las ventajas competitivas que Bolt supo obtener, en otras épocas, se han ido diluyendo. Desde las veinte centésimas de diferencia en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, el recorte fue progresivo pero marcado: 13´ en el Mundial del 2009, 12´ en Londres 2012, 8´ en el Mundial de 2013 y la mínima (una centésima) en Beijing 2015. A este ritmo de caída, habrá que ver si es capaz de repetir el Oro en Rio 2016. Igual, para develar el misterio ya habrá tiempo.

Lo que si no debe tapar la victoria de Bolt es la convivencia y connivencia con el doping, que se ha hecho tan habitual que ya no llama la atención. En la final de los 100mts hubo cuatro finalistas que en algún momento fueron sancionados (el propio Justin Gatlin, Tyson Gay, Asafa Powell y Mike Rodgers). O sea, la mitad de los mejores velocistas actuales se dopó en algún momento de su carrera.

Usain Bolt es la estrella máxima del atletismo, por sus logros en la pista, por su historial impoluto y por el enorme carisma. En el Mundial ha dado nuevas muestras de conocer el equilibrio perfecto al momento de manejar los esfuerzos, para seguir siendo el más rápido pese al paso de los años y a la caída en la forma competitiva.

Los dirigentes de la IAAF (Federación Internacional de Atletismo) deberán encontrar una forma de retribuirle a este hombre todo lo que le ha dado al atletismo, desde elevar los niveles de popularidad hasta brindarle un nuevo cierre con final feliz. Como todo el mundo quiere, donde los “buenos” ganan y los tramposos se quedan esperando otra chance.

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