jueves 28 de marzo del 2024

Jonás Gutiérrez demandará al Newcastle

El Galgo siente que el club inglés lo discriminó por su enfermedad. Sus abogados piden una indemnización cercana a los tres millones de dólares.

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Jonás Gutierrez, de 32 años, volvió a jugar el pasado marzo y en mayo marcó el gol que selló la permanencia del Newcastle en la Premier League. Una semana después recibió una llamada telefónica de su entrenador, John Carver, en la que le comunicaba que tras ocho años en el club no le iban a hacer ninguna oferta para que continuase.

“No fue una sorpresa, me quedé a dos partidos de lograr la renovación automática y se preocuparon de que así fuese”, asegura Jonás. Ahora, en las filas del Deportivo de la Coruña, ha presentado una demanda contra la entidad británica por estimar que fue discriminado tras serle diagnosticada su enfermedad. Algunas fuentes cifran que reclama una indemnización próxima a los tres millones de dólares.

“No fueron de frente y dejaron la puerta abierta sobre si realmente estaba recuperado”, dice el futbolista. Su odisea profesional comenzó con la personal. En mayo de 2013, le habían detectado un tumor en un testículo, se fue a operar a Argentina y al regresar a Newcastle en enero le dijeron que ya no contaban con él.

“Venía de jugar todos los partidos durante cinco años y de ser indispensable paso a que me pidan que busque equipo para salir a préstamo”, relata. Encontró acomodo en el Norwich, pero se lesionó, su mentor fue destituido y para colmo unos ganglios inflamados revelaron que el cáncer no había desaparecido del todo y que necesitaba quimioterapia. Pagó el tratamiento en Argentina de su bolsillo y en noviembre de 2014 anunció que estaba recuperado y comenzó a entrenarse con Vélez Sarsfield, el club en el que creció desde que tenía nueve años.

Dos días antes de Nochebuena volvió a vestirse la camiseta del Newcastle para jugar con el equipo reserva durante 87 minutos. Le quedaban apenas seis meses de contrato, pero logró volver a ser importante para ayudar a una entidad de la que asegura que nunca recibió ni un mensaje de apoyo. Rescata, al menos, el de la gente, el que volvió a sentir el pasado fin de semana cuando regresó a la ciudad inglesa para culminar una mudanza que cierra un tiempo de luces y sombras, siempre intenso.

Fuente: El País