viernes 29 de marzo del 2024

La difícil semana del ex Puma Mario Ledesma

El entrenador de scrum de Australia vistió la camiseta argentina en cuatro mundiales. "Hará lo mejor posible, pero no quiere decir que hinche por Australia", lo bancan.

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"Le tocó entrenar ahí y va a hacerlo lo mejor posible para que Australia gane, pero eso no quiere decir que hinche por Australia". La frase es de Pablo Bouza, ayudante del seleccionador argentino Daniel Hourcade, en referencia a su compatriota Mario Ledesma, entrenador de scrum en el equipo de Australia.

Mario Ledesma tendrá un partido muy emotivo el domingo en Twickenham, en semifinales del Mundial de rugby entre Argentina, cuya camiseta defendió como hooker en 84 ocasiones y en cuatro Mundiales, y Australia, donde forma parte del equipo técnico, junto a su amigo, el hombre que lo llevó allí, el seleccionador Michael Cheika.

"Rezo todos los días para que no nos crucemos. Los sentimientos están ahí. No sé cómo reaccionaría", señaló Ledesma el pasado 27 de septiembre.

Esta semana ha decidido no hablar en un partido en el que se mezcla su gran amistad con Cheika y el cariño que ha tomado a Australia con el amor por su familia que son los Pumas.

"Mario prefiere no hablar con la prensa esta semana. Nos gustaría respetar sus deseos", afirmó un vocero de la selección australiana.

Quien sí habló fue Cheika, el hombre que lo llevó a la selección australiana. Ambos estuvieron una temporada juntos en el Stade Français de París, con las mismas misiones que tienen ahora.

"Será muy especial para Mario. Ya jugamos contra ellos en el Rugby Championship y habrá muchas emociones. No quiero que cambie su nacionalidad. Siempre se da al máximo en el trabajo, al 120 por ciento en el scrum y maul. Sé que tendrá una fuerte emoción", señaló Cheika.

Tras quedar fuera de los playoffs en Francia, el Stade Français no le renovó el contrato a Cheika, quien se volvió a Australia, por lo que Ledesma, por amistad con el hombre que le había dado una oportunidad de iniciar su carrera de entrenador, presentó la dimisión.

"Fue una cuestión de principios", dijo en 2012 el argentino tras desvincularse del equipo parisino, para estar dos años en Montpellier y decir que sí a la llamada este año de Cheika para acompañarle en la selección australiana.

(*) de la agencia AFP