sábado 20 de abril del 2024

La era post Ceballos: ¿Y ahora qué?

El escándalo de Córdoba plantea interrogantes de cara al futuro: ¿Debe repetirse la final? ¿Hay que usar la tecnología? ¿Qué hacemos con el árbitro?

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Los errores de Diego Ceballos hicieron posible lo imposible: que al menos durante un día quede relegado, en los medios, el balotaje presidencial del 22 de noviembre. Ayer, ex árbitros, dirigentes y futbolistas tuvieron su propia cadena nacional: un interminable raid en el que se pidió desde anular la final mal ganada por Boca, que se imite al rugby en el uso de la tecnología y hasta que Ceballos no dirija nunca más.

El referí del partido decisivo de la Copa Argentina es, en este momento, el eje de todas las críticas. “Este partido le arruinó su carrera. Por dos meses no va a poder salir a la calle. Hablé con él y está muerto en vida”, le dijo a PERFIL una persona que integra la Dirección de Formación Arbitral de AFA.

Pero tras las fallas grotescas de Ceballos, en complicidad con el juez de línea Marcelo Aumente, surgen algunas preguntas de difícil respuesta: ¿qué pasará de ahora en más?

“Queremos un punto de inflexión en el fútbol argentino. Una decisión inédita: que el partido se vuelva a jugar. Boca no puede levantar la copa manchada”, reclamó el vicepresidente de Central, Luciano Cefaratti, todavía enojado por las decisiones que le imposibilitaron a su club ganar un torneo luego de 20 años –el último título fue la Conmebol de 1995– y que también le negaron el acceso a un premio suculento: los dos millones ochocientos mil pesos que se llevó Boca por ganar la final.

El director del Departamento de Arbitros de la AFA, Miguel Angel Scime, menos efusivo y reformista, admitió la falla de Ceballos, pero no fue autocrítico con su rol: “Ceballos no tuvo decisiones felices. Se debe sentir como los hinchas de Rosario Central, no hay mucha diferencia entre uno y otro”, señaló.

La utilización de tecnología, como cada vez que un árbitro se equivoca de este modo, atravesó cada una de las entrevistas y las opiniones. “Yo soy el primer defensor de que se apliquen elementos que ayuden al árbitro a definir una situación. Se puede hacer como en el rugby o el tenis, pero esa libertad no la tenemos”, dijo Scime.

En la Dirección de Arbitros de la AFA ya comparan a Ceballos con Andrés Merlos, el juez que en un Lanús-Arsenal, el 7 de noviembre del año pasado, adicionó insólitamente diez minutos, el tiempo que tardó el local en revertir el resultado. Luego de ese encuentro, Merlos fue sancionado por tiempo indeterminado. Estuvo 144 días sin dirigir en Primera. Ayer, Ceballos quedó en la misma situación.

¿Puede el error de Ceballos generar un sismo político en AFA? A semanas de las elecciones en esa institución, todo puede suceder. El primero que disparó contra el edificio de Viamonte fue el titular del Sadra, Guillermo Marconi. “Tiene tanta culpa Ceballos por mala praxis como quien lo designó”, indicó. Héctor Baldassi, actualmente diputado nacional por el PRO y ex árbitro, fustigó contra Scime y sus modos de trabajo: “El encargado de los arbitrajes está en un torneo femenino fuera del país y no en Argentina mientras se definen competencias importantes”, comentó. Marconi, por su parte, hizo hincapié en un dato sobre el campeón cuestionado: “A Boca, de treinta partidos, en veinte lo dirigieron siete árbitros, hay cosas que no funcionan”, precisó.

Criticar a Scime es criticar a Segura. Aunque la mayoría de los dirigentes no debería tener estatus moral para la queja: son ellos mismos los que le piden excluir a ciertos árbitros en las designaciones, lo que por lo general hace que algunos de menor calificación lleguen a dirigir partidos clave.

Luego del papelón en Córdoba fue Segura el que pidió suspender a Ceballos. El presidente de la AFA la pasó mal a la salida del estadio, cuando se encontró envuelto entre la ira de rosarinos que querían sacarse su bronca con alguien. En ese club ya barajan la posibilidad de votar a Marcelo Tinelli por lo sucedido. Al presidente de Racing, Víctor Blanco, quien preside la comisión de árbitros en AFA, todavía no le llegaron facturas. En estos días tal vez empiecen a aparecer debajo de su puerta.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil