Tras una exitosa carrera, a los 34 años se retiró Lleyton Hewitt, ganador de dos Grand Slam y número 1 del mundo por más de un año consecutivo, con la particularidad de ser el jugador más joven en lograr esa marca con apenas 18 años y 268 días.
Hewitt decidió retirarse en su casa y el cuadro le jugó una mala pasada al cruzarlo tan temprano con David Ferrer, en lo que significó su último partido. "Es un día triste porque Lleyton termina su carrera. Sólo tengo palabras buenas para él, es un espejo para mí, un ídolo, un jugador increíble", dijo el español, número ocho del mundo.
Y esa admiración era unánime por su jerarquía para jugar al tenis, casi tan unánime como la bronca que le generaba a sus rivales por su forma exagerada de festejar cada punto, sin importar el desarrollo ni el resultado del juego. Y en ese rubro, uno de los cruces más recordados fue el que tuvo con Juan Ignacio Chela, cuando el argentino se cansó de sus gritos y en un cambio de lado escupió en dirección del australiano, llamando la atención de todo el mundo del tenis en un deporte desacostumbrado a este tipo de actitudes.
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Más de diez años después, el ya retirado Chela, famoso por su sentido del humor y lo ingenioso de sus tuits, saludó al australiano tras su despedida del tenis.
Juro que esta vez es sólo un beso. Hasta siempre @lleytonhewitt pic.twitter.com/OG5PkAAeHt
— Juan Ignacio Chela (@JuanIChela) January 21, 2016
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