jueves 18 de abril del 2024

Todo lo que dejó la Fórmula E en Buenos Aires

La segunda presentación consecutiva en Argentina dejó poco ruido, pero muchas nueces. Tecnología en busca de un futuro que en el país parece lejano. Fotos. Galería de fotosGalería de fotos

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Cuesta aferrarse a la idea de ver pasar un auto de competición en una recta a más de 200 kilómetros por hora y no percibir en los oídos un sonido ensordecedor.

Esa dificultad, sin dudas, se sustenta no tanto en el portentoso ruido de las máquinas deportivas convencionales sino en el hecho de estar acostumbrado a sentirlo en ocasiones de este tipo.

Pues bien, quien se acercó ayer hasta Puerto Madero bajo un sol abrasador, con la única intención de deleitarse con el sonido de un impulsor de un auto de carreras, sin dudas se habrá decepcionado.

Por el contrario, la segunda presentación consecutiva de la Formula E en Argentina, en un circuito callejero montado en este coqueto barrio porteño, habrá dejado más que satisfechos a quienes buscan alternativas diferentes para el deporte.

Velocidad pura sin contaminantes. Poco ruido, es cierto, pero muchas nueces. Tecnología al servicio del deporte y en busca de un futuro que, inmerso en lo tradicionalista de la actividad, al menos aquí en el país, aparece como lejano.

Baterías eléctricas recargables en lugar de combustible, como alimento de un impulsor de una potencia máxima de 270 caballos de fuerza (200 Kw) en clasificación. De 0 a 100 en escasos 3 segundos y una reducción en carrera de aquel rendimiento, aunque con la posibilidad de ser beneficiado por el público, que participa activamente en la carrera a través del denominado Fan Boost.

Silenciosos monoplazas que parecen salidos de una pista scalextric, pero que impresionan. Modernidad, pero también buena parte de tradición con los stands de los sponsors prolijamente dispuestos en el corazon del circuito de 2.480 metros de extensión. También con las banderas y por qué no, las promotoras.

En medio de este contexto, una carrera que no alcanzó el grado de tensión de la competencia debut en 2015, pero que reflejó un nuevo paso de la categoría por el país.

Fue la cuarta fecha del campeonato y el gran vencedor resultó ser el inglés Sam Bird, que ganó en Buenos Aires su primera pole en la categoría, encabezó el pelotón en una largada con los autos detenidos y luego se impuso casi de punta a punta en la competencia decisiva.

Solo cuando se detuvo a cambiar de auto (por el consumo de las baterías deben usar dos por carrera), cedió el británico la posición de privilegio a manos del brasileño Nelson Piquet Jr.

Con el correr de las vueltas, el liderazgo volvió a ser suyo y dejó la lucha fuerte para la segunda posición, con el protagonismo del líder del torneo, el suizo Sebastien Buemi, extirpándole la segunda posición al brasileño Lucas Di Grassi, su principal oponente en la lucha por el campeonato, luego de largar último tras una mala clasificación.

Buemi limó en los últimos giros la distancia con Bird, lo atacó hasta los últimos metros y le otorgó a la prueba una dosis de emotividad. De todas formas, debió conformarse con la segunda colocación, delante de Di Grassi. El festejo, en la calurosa tarde de Buenos Aires, quedó reservado para Bird.

(*) De la agencia DyN