viernes 19 de abril del 2024

Argentinos Juniors: una deuda muy segura

El titular de la AFA dejó un abultado pasivo e insólitos acreedores. El plantel profesional, el más perjudicado. Sorpresa en la actual gestión.

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Para los que llegaron, es un escenario desolador. Para los que se fueron, un club “manejable”. Argentinos Juniors, donde forjó y amasó su poder Luis Segura, actual presidente de la AFA, se convirtió en un territorio sin grises. Y mientras el dirigente prepara su desembarco en el Comité Ejecutivo de la FIFA, en su antiguo despacho de La Paternal, la nueva gestión lo cuestiona en voz baja, como sabiendo que criticar al sucesor de Grondona puede tener consecuencias.

El legado de la gestión Segura, más allá de las apreciaciones de uno y otro lado, es pesado: va desde una deuda de seis millones de pesos con el plantel, que Argentinos debió refinanciar con Agremiados para empezar el torneo, hasta cuestiones insólitas como la falta de pago a la Clínica Olivos por la operación de Ezequiel Ham –el pibe al que Tevez le fracturó el tobillo– o los 360 mil pesos que el club le debe al encargado de mantener el césped del estadio Diego Maradona.

“Sabíamos que la situación era complicada, pero no tanto”, le confía a PERFIL Cristian Malaspina, quien asumió como presidente en diciembre, luego de ganar una elección en la que compitieron tres listas y en la que, por primera vez en una década y media, no figuró el apellido Segura en las boletas.

En rojo. Según el último balance, de mediados de 2015, Argentinos Juniors tenía un pasivo de 217 millones de pesos, que ajustado a la fecha la nueva comisión estima en 240 millones. Lo curioso es que el mayor acreedor del club es la AFA, comandada desde agosto de 2014 por... Luis Segura.

En sus primeros días, la gestión de Malaspina se encontró con muchas sorpresas. Una de las primeras fue que el club tenía que cubrir un cheque girado a la AFA por cinco millones de pesos, que finalmente fue rechazado. Malaspina explica que el plan de pagos que establecieron los clubes con la casa madre del fútbol argentino le representará a Argentinos 30% menos de los ingresos corrientes. Por eso, como sucedió con la mayoría de las dirigencias que asumieron en clubes maltrechos, el plan inmediato es aumentar la cantidad de socios con una campaña de adhesión. Una buena manera de generar ingresos genuinos.

Pero el problema no sólo es la deuda en sí, sino que muchas de las entradas económicas con las que contaban para este año ya fueron cobradas por la anterior gestión. Estática Internacional –la empresa del ex presidente de San Lorenzo Carlos Abdo, que se encarga de la publicidad en el campo de juego– ya le pagó a Argentinos el canon de los primeros seis meses del año. Lo mismo sucedió con la camiseta, algo que lograron revertir en estos días: como Rosario Central y Newell’s, Argentinos tendrá en su camiseta el patrocinio de Autocrédito.

Popurrí de problemas. “Tenemos juicios y deudas de todos los colores”, grafica el vicepresidente Diego Galofaro. Lo más pesado fue levantar la deuda con el plantel profesional, que se saldó una parte al contado y otra refinanciada con la aprobación de Futbolistas Argentinos Agremiados.

El legado de Segura también es judicial. El club enfrenta 39 causas, muchas originadas por despidos en la empresa Corvel Trade, que es la que tiene la concesión hasta 2020 de los recitales en el microestadio Malvinas Argentinas. Otros litigios son propios del área deportiva: por ejemplo, la actual conducción debió cancelar 360 mil dólares con el San Martín de Porres, luego de que la FIFA lo obligó a pagarle derechos de formación de Gianmarco Gambetta, un defensor peruano que jugó sólo diez partidos con la camiseta del Bicho.

Al lado del caso Gambetta, los 102 mil pesos que reclama la imprenta que publicó las revistas de prensa del club en los últimos años, los 360 mil que se adeudan por el mantenimiento de la cancha o los 18 mil pesos que el club debió saldar con la Clínica Olivos parecen una nimiedad. “Ellos nos van a echar la culpa de todo a nosotros. Pero cuando asumimos, hace 12 años, el club estaba cien veces peor. En este tiempo escrituramos tres predios y mejoramos las inferiores. Entregamos un club que no está en la mejor situación, pero es manejable”, contrapone Luis Fernando Segura, el hijo del titular de la AFA, que también condujo el club. La guerra fría en Argentinos, al menos hasta que Segura termine su interinato, también tendrá su correlato en Viamonte 1366.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.