jueves 28 de marzo del 2024

Hay vida más alla del F.C. Barcelona

Por Ramón Armengol Enguix (*) | El fútbol catalán es dominado por dos grandes. Sin embargo, en los barrios hay equipos que persiguen sus sueños: el Sant Andreu y el Europa. Galería de fotosGalería de fotos

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Cuando un argentino escucha la palabra Barcelona, automáticamente la relaciona con el aspecto futbolístico y, por defecto, a uno de los clubes más laureados del fútbol mundial: el F.C. Barcelona. Diego Maradona, Javier Saviola, Juan Román Riquelme, Javier Mascherano y Lionel Messi, son solo algunos de los jugadores argentinos que han vestido la camiseta azulgrana del club catalán.

En cambio, otros compatriotas suyos como Alfredo Di Stéfano, Mauricio Pochettino o Maxi Rodríguez, entre otros, defendieron los colores blanquiazules de su eterno rival en la ciudad, el Espanyol.

Ambos clubes son los más importantes de Cataluña, con una rivalidad que va más allá del aspecto meramente deportivo ya que, por un lado, el Barcelona lleva la reivindicación catalanista en su ADN: “El ejército sin armas de Cataluña”, en palabras del periodista barcelonés Manuel Vázquez Montalbán; mientras que el Espanyol durante muchos años representó a los sectores nacionalistas españoles de la ciudad.

Clubes de barrio. Más allá de Barça y Espanyol, hay otras historias en Barcelona. Por ejemplo, el pasado domingo 28 de febrero, en el estadio Narcís Sala del barrio de Sant Andreu, 2000 hinchas presenciaron un clásico de tercera división (cuarta categoría absoluta del fútbol español) entre los dos clubes que históricamente se han disputado el honor de ser el tercer equipo de la ciudad: la Unión Esportiva Sant Andreu, del barrio homónimo, y el Club Esportiu Europa del barrio de Gracia.

Un gol de penal del delantero argentino Kevin Gissi en el descuento, sirvió a los locales para empatar un partido, que más allá del resultado, se vivió con intensidad entre las hinchadas de dos clubes representantes de dos barrios con una fuerte identidad local, que hace poco más de un siglo aún eran pueblos independientes de Barcelona.

El Fortín de Barcelona. El equipo de Gracia, el Europa, fue fundado en 1907 y sus hinchas son conocidos como escapulats (escapulados en catalán) debido al escapulario azul de su remera, muy parecida a la del club bonaerense Vélez Sarsfield.

Los de Gracia vivieron su época dorada en los años veinte del siglo pasado, ya que fueron uno de los diez clubes que crearon la Liga Española de Fútbol, militando tres temporadas consecutivas en la Primer División. Otro logro memorable fue la disputa de la final de la Copa del Rey de 1923, la cual perdió frente al poderoso Athletic Club de Bilbao. En aquella época, el Europa se codeaba con los grandes clubes españoles y era considerado uno de los tres grandes de la ciudad de Barcelona, junto con el Barça y Espanyol.

En los años treinta, el club se hundió económicamente, descendió a categorías regionales y hasta la temporada 1962-63 no consiguió regresar a Segunda División, dónde militó cinco temporadas consecutivas. En la pretemporada de la 1967-68, los de Gracia jugaron un partido amistoso en Mallorca contra el Estudiantes de la Plata de Carlos Bilardo y la Bruja Juan Ramón Verón, que ganaron los argentinos por 3 a 0. Nueve de los onze jugadores Pincharratas que se enfrentaron al Europa ganaron la Copa Intercontinental frente al Manchester United de Bobby Charlton un año más tarde.

Aquella fue la última temporada del Europa en la categoría de plata del fútbol español. Desde entonces, casi siempre ha competido en la Tercera División, aunque tiene el honor de haber ganado tres Copas de Cataluña, dos de ellas consecutivas frente al FC Barcelona (1997 y 1998).

El gran rival. Sant Andreu, fundado dos años más tarde, viste los colores de la bandera catalana por lo que se le conoce como el equipo quatribarrat (cuadibarrado en catalán). Sus aficionados, recuerdan la década de 1970 con nostalgia, donde militaron durante ocho temporadas consecutivas en la Segunda División.

Del mismo modo que le sucedió al Europa unas décadas antes, dificultades económicas provocaron el descenso de categoría del Sant Andreu la temporada 1976-77. El siguiente curso, los quadribarrats se reforzaron con el fichaje del argentino exVelez Iselín Santos Ovejero, que en su última campaña como jugador profesional no pudo lograr el ascenso para su equipo.

Dos temporadas más tarde, el club descendía otra vez a la Tercera División. En las tres últimas décadas el Sant Andreu regresó a la Segunda B en dos períodos distintos. En la temporada 2009-10, bajo el mandato del ex presidente del Barça Joan Gaspart, el Sant Andreu estuvo muy cerca de regresar a la Segunda División A, pero perdió la promoción de ascenso frente al filial del FC Barcelona. Cinco temporadas después, el Sant Andreu descendía de nuevo a la Tercera División en medio de una fuerte crisis institucional.

Pero el descenso del Sant Andreu hizo posible algo que los aficionados llevaban mucho tiempo esperando: siete años y medio después del último derbi, eskapulats y quatribarrats se volvieron a ver las caras en un partido que terminó 0 a 0, pero que generó muchas expectativas en las gradas del Nou Sardenya de Gracia, ya que asistieron casi 2.500 aficionados, cuando la media por partido no supera los 700.

La baja asistencia en los estadios del Europa y del Sant Andreu, al igual que a los otros clubes de la ciudad que compiten en Tercera División como el Júpiter o la Montañesa, confirma que el futbol de barrio en Barcelona está en progresivo declive desde hace décadas frente al poderío de los dos gigantes de la ciudad.

Dijo el escritor uruguayo Eduardo Galeano que “en este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable”. Pero los hinchas de Europa y Sant Andreu, si bien conscientes de la difícil realidad que les toca vivir en Tercera División, se niegan a renunciar al sueño de volver a categorías superiores, que por historia y trayectoria, les corresponde. Y con admiración, observan de reojo el caso del Rayo Vallecano, club del barrio madrileño de Vallecas, único equipo barrial en todo el Estado español que compite en la Liga.

¿Algún día podremos ver al Europa o al Sant Andreu, con sus estadios llenos, enfrentándose al FC Barcelona o al Espanyol? Nadie puede saber la respuesta, pero para eskapulats y quatribarrats su mayor orgullo es ser dos de las aficiones más fieles de la categoría y permanecer fieles a unos colores que les identifican con su barrio. Colores por los cuales seguirían 100 años más en Tercera División.

(*) Especial para 442

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