Hoy tal vez sea el día. Sería glorioso. Un momento para colgar en un marco. Tiene su complicación, por supuesto. Meter un gol en un clásico no es para cualquiera. Y si el clásico es Barcelona-Real Madrid, bueno, eso ya es para entrar en la categoría de elegido del fútbol. Pero todo es posible.
El equipo catalán está acostumbrado a batir récords. Es su especialidad. Quién te dice entonces que uno de los festejos de esta tarde en el Camp Nou tenga el encanto de lo distinto, de eso que se espera con ansiedad primeriza. ¿El gol 500 de Messi? No, por supuesto que no. Ese episodio fantástico sería, además, menos previsible: un gol de Javier Mascherano.
El Villaverde del Barcelona. Mascherano está virgen de goles en España. Desde que llegó al Barça, allá por agosto de 2010, jugó 269 partidos. Se ganó el puesto, festejó todos los títulos posibles y hasta conquistó el cariño de los hinchas, pero en seis temporadas nunca un gol.
El propio Jefecito habló del tema esta semana. En el programa Basta de todo reconoció: “Tengo una especie de trauma de acercarme al área contraria. No es una zona donde me sienta muy cómodo. Ojalá me toque en algún momento hacer un gol, pero tampoco lo tomo como un objetivo. Si se tiene que dar, que se dé”. Y desestimó la posibilidad de que convierta esta tarde, en el clásico: “No, no... no me lo imagino. La realidad es que existen pocas, poquísimas, pero poquísimas chances de que eso ocurra”.
Es tan curiosa la situación, que los propios hinchas del Barcelona iniciaron una campaña para que Masche la emboque. Una petición en un sitio de internet propone: “Messi, deja chutar un penalty a Mascherano para que meta un gol con el Barça”. La iniciativa juntó cerca de cinco mil firmas.
El tema rebotó en el propio plantel. Cuando Masche superó el récord de 255 partidos sin convertir que tenía el holandés Michael Reiziger, su compañero Gerard Piqué publicó en Twitter: “Estoy seguro que tarde o temprano lo hará. Es una leyenda”. Desde su cuenta, Mascherano le respondió: “Gracias Geri. Pero lo de leyenda es muy exagerado. Igual te lo agradezco”. Y Piqué cerró el diálogo: “De nada! Para mí superar a Reiziger como el jugador con más partidos en el FBC sin meter un gol es ser una leyenda”.
En Independiente hubo un defensor que está considerado uno de los mejores de la historia del club: Hugo Villaverde. Llegó al club en el ’76. Se retiró en el ’89 y ganó todo lo que un jugador puede ganar. Era uno de esos centrales que mandaba a todos arriba y aguantaba lo que viniera.
Está considerado uno de los mejores defensores de la historia. Pero nunca convirtió un gol. No le interesaba. Estaba convencido de que su función era otra. Se sacrificaba para que otros se pudieran lucir. Mascherano es una versión moderna de Villaverde. Ya dijo que de ninguna manera aceptaría patear un penal para romper la racha. La dignidad ante todo.
(*) Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.
