La historia, al menos por ahora, parece dada vuelta. Boca compra, River vende. Uno sacude el mercado con compras de varios millones de dólares, mientras que el otro hiberna, está a la espera.
En la temporada que comienza, los horizontes asoman distinto: Boca busca la gloria y los premios de una Libertadores que está cerca, y River inicia un camino de reconversión total, con un plantel al que le quedan pocos rasgos del campeón versión 2015.
La llegada del goleador de América de México, Darío Benedetto, por 5,5 millones de dólares; la de Fernando Zuqui, de Godoy Cruz, por 3 millones; y la de Walter Bou, libre de Gimnasia, contrasta con la dificultad que tiene River para sumar gente. Recién ayer, luego de varias semanas de idas y vueltas, se encaminó la compra del defensor Luciano Lollo (ver recuadro).
Es cierto, en Boca hay una urgencia: las semis de la Copa empiezan en tres semanas, mientras que el torneo local recién comenzará en agosto.
“El mercado va a empezar a moverse en dos o tres semanas. Pero nosotros tuvimos que hacerlo antes por la Copa”, dicen desde la tesorería de Boca. Y prometen cerrar una nueva incorporación esta semana. Barros Schelotto espera un defensor, y quizás alguna perla para lo que queda de la Copa (¿Angel Correa?).
Si en La Boca buscan reforzar para construir un nuevo campeón –el anhelo de Daniel Angelici siempre fueron los torneos internacionales–, en Núñez la apuesta va por otro lado: la idea es cómo convertir los escombros de aquel plantel ganador de la Sudamericana, Recopa y Libertadores en una plataforma propicia para consolidar una nueva identidad, un nuevo juego, conducido por el mismo capitán, Marcelo Gallardo.
De todas formas, algo falló, porque River volverá a entrenarse esta semana y nada está concretado. Tiempo hubo: River terminó su semestre hace un mes y medio, cuando quedó eliminado por Independiente del Valle en los octavos de la Copa.
Del equipo que hace menos de un año se consagraba campeón de América, a Gallardo sólo le quedan cuatro jugadores: Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Leonardo Ponzio y Lucas Alario. Mercado, encima, probablemente no vuelva luego de la Copa América: con una cláusula de dos millones de dólares, su futuro está en el exterior. El mismo camino seguiría Rodrigo Mora.
Al menos, en este tiempo, el club puede jactarse de haber ordenado sus finanzas luego de su década infame (las gestiones de José María Aguilar y Daniel Passarella): viene de presentar un superávit de 100 millones de pesos en su último balance, en el que resultaron claves los logros deportivos, por los premios en dólares.
En la tesorería del club saben que este año no tendrán las regalías que otorgan las copas, pero cuentan como un alivio la venta de Ramiro Funes Mori al fútbol inglés por 14 millones de dólares, que entrarán en el balance que cierra en apenas dos meses.
En Boca, la realidad económica es ambigua: desde el oficialismo dan cuenta de un club ordenado, pero la oposición denuncia un endeudamiento deliberado para justificar una eventual conversión a una sociedad anónima.
Además, todas las preguntas se posan sobre Christian Bragarnik, un aliado de Angelici en el tallado de la Superliga. Casualmente, es el representante de Bou y Benedetto.
Ya esta Lollo, y van por más. Ya está: Luciano Lollo será el primer refuerzo de River. La certeza la dio el presidente de Racing, Víctor Blanco, que aseguró que la llegada del defensor está prácticamente cerrada.
“De no mediar nada a lo pautado, es jugador de River”, confirmó Blanco. El club de Núñez pagaría tres millones de dólares más el 30% del pase del volante Tomás Martínez, quien en el último torneo jugó a préstamo en Defensa.
Además de Lollo, Gallardo espera sumar un arquero, y quien sonó es Marcos Díaz, con contrato en Huracán hasta 2018. “Si se da, sería muy lindo porque también le serviría a Huracán y a uno para seguir progresando”, dijo Díaz. Aunque al DT de River no termina de convencerlo.
Sobre el tema, Rodolfo D’Onofrio aseguró ayer que Franco Armani “se portó muy mal” con el club, porque acordó de palabra su transferencia y luego renovó su contrato con Nacional de Medellín. D’Onofrio reconoció que “van a venir por Emamuel Mammana”, y que a Gallardo le interesan Víctor Salazar y Walter Montoya, ambos de Rosario Central.
El deseo de Palito Pereira. El defensor uruguayo Alvaro Pereira, pretendido por Boca , sostuvo hoy que es la tercera vez que el club lo busca y se esperanzó con que “ésta sea la vencida”.
“Ojalá pueda ser parte de la familia Boca –añadió–. La gente, por mi perfil futbolístico, dice que estoy diseñado para jugar en Boca”. Y explicó: “Tengo que volver a presentarme en Estudiantes el 27 para arrancar con los entrenamientos. Me contaron que tenían unas reuniones, que habían hablado con la gente de Boca. Me preguntaron qué opinaba yo y les dije que mi deseo era jugar en Boca”.
Por otra parte, Fernando Tobio viajó a San Pablo para gestionar personalmente con Palmeiras una prórroga de su préstamo hasta el final de la participación del equipo en la Libertadores.
Tobio desea quedarse en Boca pero Palmeiras tiene una oferta del Flamengo y, por otra parte, el club argentino no decidió todavía si hará uso de la opción de 2,5 millones de dólares por el pase definitivo.
(*) Nota publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.
