viernes 29 de marzo del 2024

El futbol y las reglas de los ocho

Esa cantidad de dirigentes integra la IFAB, el ente que decide que se puede y que no. Hay cuatro britanicos.

442

Son ocho votos. Aunque, en realidad, los que deciden son más: alrededor de treinta personas. Se juntan dos veces al año en salas señoriales, con una mesa rectangular, micrófonos y varias pantallas para debatir sobre posiciones, faltas, fallos arbitrales y goles polémicos. Allí, en esa escena fría y aséptica, ese grupo de hombres de traje y corbata decide los cambios del fútbol global.

Este año sucedió en el Saint David Hotel, de Cardiff: en la capital galesa se homologaron varias de las modificaciones reglamentarias más importantes de las últimas décadas, que tuvieron a la Copa América y a la Eurocopa como torneos bautismales.

Todos los futboleros del mundo discutieron los cambios que se dieron a conocer en estas semanas, pero casi nadie advirtió quiénes los idearon. Se trata de la Internacional Football Association Board (IFAB), el organismo que actualiza el reglamento y que está integrado por las cuatro asociaciones de fútbol del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) y cuatro representantes de la FIFA.

¿Por qué participa el Reino Unido y no Brasil, Argentina o Francia? Porque la IFAB original fue creada por la FA inglesa –ya lo sabemos, en Inglaterra nació el fútbol moderno–, que se reunió con las asociaciones galesa, escocesa e irlandesa por primera vez en 1886 para confeccionar un código uniforme en una época en la que cada país utilizaba distintas reglas de juego. Luego, con la incorporación de la FA a la FIFA en 1906, el organismo mundial del fútbol se sumó a esta reunión que todos los años aporta cambios, aunque pocas veces como en este 2016: desde el 1º de junio existen 95 leyes nuevas o enmendadas, varias de ellas sustanciales, como la utilización de tecnología para determinar si la pelota entró o no en el arco.

Algunos de los nombres que estuvieron en la reunión que cambió casi todo, el 5 de marzo en Cardiff, son conocidos. Participaron el flamante presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el máximo dirigente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el paraguayo Alejandro Domínguez Wilson-Smith. Pero también estuvieron hombres desconocidos, al menos en esta parte del mundo, como Martin Glenn, de la federación inglesa, Jonathan Ford, de la galesa, o Stewart Regan, de la escocesa.

De todas formas, uno de los que tuvieron un rol protagónico en la revisión completa del reglamento, que además se acortó y se reescribió con vocabulario más coloquial, fue un ex árbitro de la Premier League: David Elleray, quien lideró el Subcomité Técnico de la IFAB, que durante 18 meses trabajó para hacer de las reglas del fútbol algo más ameno y legible.

Elleray tuvo la misión de explicar cada uno de los cambios que se difundieron este mes: que los brazos no deben contemplarse para cobrar un offside, que puede hacerse una cuarta sustitución en el alargue, o que ya no habrá roja cuando un jugador intente disputar una pelota en una “ocasión manifiesta de gol”.