La transferencia de Neymar del Santos brasileño al Barcelona de España estuvo siempre bajo un manto de sospechas, a tal punto que el caso fue llevado a juicio. Tras el acuerdo de conformidad que firmaron Barça y la Fiscalía, desde el club catalán confesaron que hubo irregularidades en el trámite.
Luego del acuerdo, el expresidente Sandro Rosell y el actual titular del club, Josep María Bartomeu, quedaron sobreseídos en la causa, pero Barcelona deberá pagarle 5.5 millones de euros a Hacienda.
El club culé reconoció que “el contrato y pago se realizaron con la intención de ocultar la verdadera operación realizada, con el consecuente incumplimiento de la obligación tributaria de retención y correlativo ingreso al Erario Público español que debía abonar el Barcelona", según informó el diario As.