viernes 29 de marzo del 2024

Nada es gratis y otras cachetadas

Sigue la telenovela, la AFA se normaliza y Carlos Tevez desaparece como el Fútbol para Todos. ¿Ahora quién pondrá la plata?

442

“De tanto en tanto recordarás esta historia. Alguien le llevó un manuscrito a Anton Chejov y le preguntó:

—¿Qué hago, maestro? ¿Lo publico o lo tiro a la basura?

—Publíquelo –dijo Chejov–, de tirarlo a la basura ya se van a encargar los lectores”

Abelardo Castillo (1935); de su libro “Ser escritor” (1997): “Mínimas”.

Escena 1. Giovanni Vicenzo, algo aburrido, se mece en su enorme sillón. Del otro lado del escritorio, Primo gesticula, mueve los brazos, se toca el flequillo. Es mediodía pero las luces están prendidas. El edificio de la FIFA en Zurich tiene sólo dos plantas, pese al paisaje que lo rodea. El resto son pisos subterráneos. Allí se reúnen. Va placa superpuesta: “Los lugares donde se toman decisiones importantes deben ser iluminados con luz indirecta para no opacar el brillo de los que allí trabajan. Joseph Blatter”. Primeros planos. Plano medio. Cámara. ¡Acción!

—¿Entonces, Primo?

—Oh, Gianni, fue durísimo. Tuve suerte de salvar mi reloj. Esa gente es voraz y querían salvarse con nosotros. ¡Justo! No hay presupuesto –advertí–, y no fue fácil armar una Comisión Normalizadora. Hubo que ceder. Uf. Ese manicomio de AFA no es Honduras, eh. Necesito vacaciones.

—Ni lo sueñes. ¿El amigo Angel Easy estaba conforme?

—Feliz. “¡Bingo!” –dijo eufórico mientras fumaba un habano–. “¡Metimos tres de cuatro!”.

Después me contó cómo, con la IGJ, se deshizo de Hugo Antonio, el camionero, y ya sin tiempo para la Superliga, de Marcelo Hugo. En su club le va pésimo, pero hizo muchos méritos con el Uno. Le cumplió en cada cosa.

(Teléfono. Es la secretaria de Gianni)

—¿Quién? ¿Otra vez Diego Armando? Mmm… Dígale que no estoy, que volé a Kuala Lumpur o a Alaska, pero que tiene todo mi apoyo.

(Cuelga el teléfono y sonríe ante el gesto de espanto de Primo. Suspira).

—Ah, qué jugador…

—Psé. ¡Pero a mí me llamó Camargo! ¿Qué le prometiste?

—¡Nah! Olvídalo. Bastante tengo con nuestro Comité de Etica y los malditos Panamá Papers. ¿Por qué no actúan todos como en Argentina?

—Hum. No lo sé, quizá sea mejor así. Ah, me olvidaba. Tengo un mensaje para ti de parte de un tal Isidoro C. Lombardi. Te ofrece un canje con Forestal Hair si presionas para que lo nombren técnico de la Selección. Esta es su tarjeta.

(Primerísimo plano a los ojos y la calva del atónito Gianni. Música. Carmina Burana a todo volumen. Corte).

Escena 2. Charly Difficult entra al despacho mayor del club y deja su bolso de golf al lado de la puerta. Se sienta junto a Angel Easy en la mesa de reuniones. Los dos están serios. ¡Acción!

—Me voy. Necesito pensar. Estoy mal, muerto.

—Sí, claro, te vi la otra noche. ¡Cómo pudieron perder en la Bombonera con Independiente del Valle! Encima el Enganche Melancólico dijo que era la Copa más fácil de los últimos años, y tenía razón. ¡Me quiero morir!

(Easy estrella las palmas de sus manos, las agita, se muerde el labio inferior, mira hacia arriba. Charly se molesta).

—Te olvidas gracias a quién fuiste reelegido. Como olvidaste otras cosas: retener a Toby, buen amigo y mejor central, fichar al negro One Chop para hacer el trabajo sucio en el área, avisarle al técnico que yo juego atrás del 9 y no de punta en un 4-3-3. Ahora es tarde.

—Lo sé, pero no exageres. Vete si quieres, yo me encargo de William Twin. Pero vuelve, por favor. Estuve ocupado con los asuntos de AFA, la Conmebol, los jueces… Compréndeme.

—No hay excusas. ¿Pensabas que iba a ganar solo los partidos? Dejé la Juve por amor y así me pagas.

—Bastante bien te pago, y lo mereces. Animo, Charly, que si todo sale bien nos llenaremos de oro con lo que recibamos de Ted Turn o el Little Cornet Group por los derechos. ¡Vamos! Pronto diré que te retirarás aquí.

(Charly se levanta, recoge su bolso y se va, sin contestar la frase final: “¡Y tal vez negociemos con Toby!”. Portazo. La española Marisol canta su clásico de los años 60: “La vida es una tómbola, tómbolaaa…”. Corte).

Escena 3. Sentados frente a un televisor en el lobby de un hotel 5 estrellas, Víctor White, el ruso Nicola, Benedicto Spinoza, Chiqui Yerno y Pistola Games no se pierden detalle de la conferencia de prensa de Armando Pirate & los Standards. Suena Lo que pasó pasó, el hit de Daddy Yankee. Primer plano a la pantalla. Silencio. Charla en off.

—No puedo creer que, con todo lo que pasó entre nosotros, ahora estemos juntos en el mismo barco.

—Ya tendremos tiempo para internas. Sin dinero y sin torneo, no teníamos alternativa. Si no le pedíamos al Gobierno romper el contrato, nos moríamos de hambre.

—Quisimos apretarlos y nos apretaron ellos. La Superliga…

—¡Basta de Superliga! Mejor busquemos al que traiga los billetes. No será tan fácil.

—Bah. Interesados sobran.

—Sí, pero ¿cómo le decimos al que invierte millones que el fútbol tiene que ser gratis hasta 2019, como pide el Uno?

—¿Por qué hasta 2019? Armando Pirate aclaró que los primeros seis meses serán con Fútbol para Todos y después, si hay una oferta razonable, se verá. Y antes, el secretario De Andy dijo que el gobierno “insistirá” para que la gente vea los partidos sin costo adicional. In-sis-ti-rá. Más claro, agua.

—Fernanding Maring dijo que el 84% de la gente ve el fútbol por el cable, así que con un aumentito del abono, derechos para el exterior y los teléfonos, la cosa se puede acomodar como para que el negocio arranque.

—Me preocupa que los grandes se lleven demasiado y terminemos como en España, donde siempre ganan los mismos.

—Uh, ¡ya nos peleamos demasiado! Ahora salvemos el pellejo. La gente tendrá que entender. Nada es gratis. Además, es mejor que el Estado gaste ese dinero en hospitales, ¿no?

—Los hospitales, claro. ¡Iremos todos al cielo! ¿Saben? Hasta mis parientes cercanos me quieren matar.

Otra vuelta de café. Unos revisan sus celulares, otros se miran de reojo, los demás sonríen, irónicos o nerviosos. Va cortina. Fundido a negro. Créditos. Fin del capítulo.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.