Los ojos del mundo están posados sobre Río de Janeiro a horas del inicio de los Juegos Olímpicos pero nadie tiene la cabeza en la ciudad carioca como Marieke Vervoort, una atleta belga que participará en los Paralímpicos del 7 al 18 de septiembre y, producto de una enfermedad degenarativa piensa quitarse la vida después de la competencia.
"Río es mi último deseo, espero acabar mi carrera con un podio. Comienzo a pensar en eutanasia", afirmó la ganadora de tres medallas en Londres 2012 y campeona mundial en Doha 2015, donde rompió récords mundiales en 400, 800, 1500 y 5000 metros en blokart, una modalidad de carrovelismo en el que debe impulsarse con las manos.
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Más allá de estar en la cúspide de su carrera, la triatleta explicó que cada vez le resulta más complicado combatir la enfermedad que le provoca un importante deterioro físico y una parálisis en sus piernas. "El deporte es lo único que me mantiene con vida", ha dicho más de una vez.
Sus declaraciones al diario francés Le Parisien causaron tanto revuelo como polémica aunque en Bélgica la eutanasia fue aprobada legalmente en 2002 y puede aplicarse en casos de enfermos incurables que lo soliciten, siempre que padezcan sufrimientos físicos o psíquicos constantes e insoportables.
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