jueves 28 de marzo del 2024

Gonzalo Bonadeo: "No vengo a transmitir medallas"

El periodista, que cubrirá su sexto Juego Olímpico consecutivo, le pone fichas a varios atletas argentinos pero evita pararse en la vereda del exitismo.

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Gonzalo Bonadeo llegó hace diez días a Río de Janeiro para cubrir su sexto Juego Olímpico, con la tranquilidad que le otorgan las experiencias vividas en los últimos veinte años, mezclada con la ansiedad de un hombre perfeccionista que desea tener todo listo para el inicio.

Esas experiencias le permitieron estar en el lugar de los hechos en jornadas históricas para el deporte argentino. El 28 de agosto de 2004 Argentina cortó una racha negativa de 52 años sin medallas de oro gracias al fútbol y al básquet y Bonadeo estuvo presente, y no desde el IBC donde suele transmitir cada maratónica jornada. "Estar en el estadio fue un regalo. Hacerle entrevistas a Carlitos Tevez, a Mascherano y a Manu Ginóbili ni bien terminaron los partidos fue algo increíble", recuerda con emoción.

También vivió de cerca el 10 de agosto de 2012, otra jornada que el periodista pone a la altura de la hazaña de Atenas. Ese día, la delegación argentina obtuvo una medalla de oro en taekwondo gracias a Sebastián Crismanich, Las Leonas se quedaron con la de plata y el yachting con la de bronce por Juan De la Fuente y Lucas Calabrese.

A pesar de haber vivido tantos momentos de felicidad para nuestro deporte, Bonadeo elige la cautela a la hora de opinar sobre las posibilidades de los atletas argentinos: "Seis medallas es el techo y ninguna el piso. No nos olvidemos que por ejemplo en Montreal 1976 y Los Ángeles 1984 no ganamos ninguna".

Más allá del récord de 213 atletas que componen la delegación argentina más grande de la historia junto a la de Londres 1948, Bonadeo no cree que eso se deba a un mérito de la dirigencia: "El número de atletas tiene que ver con que clasificaron varios deportes en conjunto y además porque Brasil por ser el anfitrión no ocupó plaza en los preolímpicos. El deporte argentino está lejos de ser un violín. Son todos casos separados y en la mayoría de las federaciones hay pequeños Grondona adentro".

Esta postura que puede parecer negativa no es tal cuando el periodista empieza a explayarse puntualmente sobre cada disciplina, aunque aclara: "Salvo el rugby y el hockey, el resto va a tener que pelearla". Casi al pasar, Bonadeo enumera los deportes que ve con chances de medalla y cuenta más de seis: "Emiliano Grillo en golf, Paula Pareto en Judo, Federico Grabich en natación, el rugby, el fútbol, el hockey (masculino y femenino), el voley, el básquet y el yachting". Muchos bajo la lógica que si consiguen llegar a cuartos de final, ganando ese partido tendrán dos chances de medalla. "Yo no vengo a transmitir medallas, pero es imposible no hinchar por estos pibes", dice más como amante del deporte que como profesional.

Bonadeo afirma una y otra vez en su libro Pasión Olímpica que los Juegos no serían lo mismo sin el atletismo y la natación, y en Río 2016 habrá dos exponentes de esas disciplinas que ya dejaron su huella y buscarán hacer más grande su leyenda: Michael Phelps y Usain Bolt, aunque por carisma ubica al jamaiquino como la mayor atracción: "Los Juegos serían una lágrima sin él", asegura.

A partir del viernes, empezará para el periodista "un larguísimo día con 16 siestas". Ojalá entre siesta y siesta el deporte argentino sigue escribiendo páginas gloriosas. Obviamente, relatadas por "el señor olímpico" Gonzalo Bonadeo.