El suizo Roger Federer se clasificó para la final del Abierto de Australia al imponerse a su compatriota Stan Wawrinka en cinco sets; 7-5, 6-3, 1-6, 4-6 y 6-3, este jueves en Melbourne. El ganador del duelo entre el español Rafael Nadal y el búlgaro Grigor Dimitrov será su rival el domingo.
Será la primera final de Grand Slam para Federer, de 35 años, desde el US Open 2015 y la primera en Melbourne desde 2010.
"Ahora es real. Puedo hablar de la final por primera vez, llevo esquivándolo durante los últimos días, solo quería hablar de la siguiente ronda y ahora es la final", expresó desde la cancha en la entrevista con el exjugador Jim Courier.
"Nunca pensé llegar tan lejos en Australia. Es magnífico", agregó Federer, quien arrancó la competición como cabeza de serie nº17.
Ahora el legendario jugador tiene la oportunidad de ampliar su récord de 17 victorias en torneos mayores. Tras haber estado parado en la segunda mitad de 2016 por lesión se le abrió nuevamente la posibilidad de conseguir un Grand Slam. Antes de participar en el Abierto de Australia únicamente lo hizo en la Copa Hopman, un torneo de exhibición.
Fue una semifinal dura para el suizo. Arrancó el partido con dos sets por arriba de Wawrinka, quien lo conoce a la perfección, y supo aprovechar la crisis de su compatriota para empatar. Finalmente, en una quinta manga de gran tensión, a Federer no le tembló el pulso y se ganó el puesto en la final en 3 horas y 5 minutos.
Las estadísticas de los dos jugadores estuvieron muy parejas. Federer firmó 11 saques directos, 47 ganadores y 50 errores no forzados, mientras que Wawrinka acabó con 10, 45 y 35. En roturas el primero aprovechó 4 de 9 y el segundo 4 de 12.
Ambos tuvieron que pedir asistencia médica. Wawrinka debió seguir el partido con una venda en la rodilla derecha. Por su parte, Federer acudió al vestuario para recibir cuidados médicos.
Tras su remontada Wawrinka sufrió una rotura clave que le situó 4-2 por debajo en la quinta manga. No se pudo recuperar y Federer cerró la victoria con el primero de sus tres puntos de partido.
Los aficionados al tenis esperan que Nadal cumpla su parte y ofrezcan la final soñada. Ambos jugaron por el título en Australia en 2009 con victoria del español en cinco sets.
En esa ocasión la emoción quebró a Federer y lloró ante la impotencia de no haber logrado el título, lo que obligó al español a consolarlo. Eso demuestra la gran amistad que mantienen pese a ser rivales en la cancha. Si Nadal llega a la final sería la oportunidad ideal para que el suizo pudiera resarcirse.
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