El fútbol argentino va encontrando algo de paz luego de tantas reuniones, discusiones, medidas de fuerza, lucha de poder y ochenta días sin poder rodar la pelota a la espera de una solución para la crisis económica de los clubes y los jugadores.
El anuncio del desembarco de la empresa Fox-Turner para televisar los partidos de Primera División por $3200 millones de pesos por año, más una llave inicial de $1200 millones como "garantía" aporta esperanzas de tiempos mejores para las instituciones que penan para para pagar los sueldos y abrir las puertas de sus instalaciones.
Pero más allá de la oferta económica, la empresa estadounidense jugó una carta extra que la puso como favorita sobre los propuestas de ESPN y Mediapro ante los ojos de la Comisión Audiovisual de la AFA. En un escrito que presentó de manera confidencial junto a los pliegos de la licitación dejaba constancia que la empresa Televisión Satelital Codificada (de Torneos, ex encargada del fútbol) desistiría del juicio contra la AFA si efectivamente Fox-Turner se quedaba con los derechos.
En dicho litigio, TSC le reclamaba a la AFA un monto estimado en 5 mil millones de pesos por los daños económicos causados por la ruptura cuando el fútbol pasó a manos del Estado en 2009.