Un 18 de abril pero de 2007, un joven Lionel Messi deslumbraba al mundo entero con su talento y una jugada para la historia, que además de ganarse infinitos elogios tuvo una asombrosa similitud con uno de los goles más recordados de todos los tiempos: el de Diego Maradona a Inglaterra en el Mundial de 1986.
Ese día se enfrentaban Barcelona y Getafe en el Camp Nou por el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey y la obra de arte del rosarino significó el 2-0 para el equipo catalán que terminaría ganando 5-2, aunque en la revancha se dio una remontada histórica que depositaría al Getafe en la gran final.
Pasaron diez años y nadie pocos se acuerdan del resultado del partido y de la serie pero nadie se olvida del día que Messi se disfrazó de Maradona a pura gambeta.